BNHA One Shots!!

#36. Bakugou Katsuki

Otra época
PARTE 3!!

Pisadas se escuchaban en el bosque. Pisadas rápidas. En un intento de ser silenciosas. Desesperadas.
Iban acompañadas de una respiración agitada, que cada vez era más entrecortada. La dueña de esta corría por el bosque, esquivando todo lo rápido que podía las ramas, piedras y demás obstáculos.
Pero del miedo y de la adrenalina, pisa donde no debe y cae, rodando un par de metros.
-Agh... -la chica se queja y escucha atentamente.
No oye nada. Pero eso no significa que esté a salvo.
Se levanta como puede y corre, ya demasiado cansada como para correr como hizo al salir de la tribu.
<<Hasta que entre en el reino, llegue al poblado y me esconda, no estaré a salvo... Lo conozco, y a pesar de que se lo pedí, me buscará...>>
La chica anda rápidamente, no tiene más fuerzas para correr. Debía buscar un escondite rápidamente. Para recuperar fuerzas solamente y seguir corriendo.
En estos tres meses ha leído libros y sabe donde está la tribu situada, por lo que sabe en que dirección debe ir. No es como que haya planeado todo esto en tres meses, de hecho, se le ocurrió cuando Mitsuki le dijo lo de los niños.
<<Tengo que escapar. Tengo que conseguir llegar a mi poblado...>>
La chica vio un gran cúmulo de matorrales y decidió esconderse en ellos para esconderse.
Respira fuertemente y se descuelga a bolsa que llevaba al hombro. La abre y observa lo que lleva.
Comida, una cantimplora con agua, algunas medicinas y hierbas medicinales, y lo poco que le quedaba de dinero.
Además de los ropajes, llevaba otra cosa que era lo único que la relacionaba con la tribu.
Una lanza de Katsuki.
El chico se la dio como obsequio en sus primeras semanas.
Recuerda como se la dio...

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-¿Sabes defenderte?
-¿Eh?
-Si te pasara algo, ¿sabrías defenderte con un arma? ¿O con lo que sea?
La chica se lo queda mirando y acaba por encogerse de hombros, ajustándose su capa.
-No creo...
-Santo Dios, ¿qué os enseñan en ese reino de mierda? -se queja el chico, pero acaba negando y le agarra de una mano, tirando de ella.- Toda mujer se la tribu sabe defenderse, y hacer las cosas básicas, ¿sabes? Ponte en situación. Tenemos hijos y yo por lo que sea, muero. Tendrás que alimentarlos, y al ser tú por consiguiente la líder, claro que tendrás comida a raudales. Pero nunca se sabe lo que podría ocurrir. Te enseñaré hoy a luchar con algún arma y a cazar.
La chica, algo sorprendida, acierta a decir que no era necesario, pero el chico la ignora.
-Tienes que valerte por ti misma. Yo estaré ahí para protegerte siempre, por supuesto, pero también quiero que seas una mujer fuerte que se vale por si sola. No quiero casarme con una mujer débil, ¿sabes?
-¡Oye, pero que cara!
-No eres débil, eso lo sé, simplemente no sabes algunas cosas. Nadie nace aprendido. Pero para eso estoy aquí. ¡Siéntete orgullosa, el gran futuro líder de la tribu de los dragones te va a enseñar todo cuanto sabe! -Katsuki abre los brazos, emocionado de poder enseñarle a su futura esposa dos de sus hobbies favoritos.
Cazar y luchar.

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(T/N) abraza la lanza. Quería a Katsuki, pero no estaba dispuesta a tener que conseguir un embarazo.
No, simplemente no.
Respira, bebe algo de agua, y sale de su escondrijo, echando a correr de nuevo.
<<Presiento que algo malo, muy malo va a pasar...>>

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Le hervía la sangre.
Le hervía de solo pensar en lo ingenuo que fue al no pensar en que esto podía pasar.
La chica era fuerte, él lo sabía. Lo veía en sus ojos.
Fue un idiota al pensar que ella se quedaría por las buenas y ya.
<<Me hice ilusiones como un gilipollas. Ella no me quiere, lo ha demostrado al hacer todo esto... Se dejó dar besos, abrazarla... Maldita sea... ¡Maldita sea!>>
-¡MALDITA SEA!  -grita, encabezando al ejército que llevaba.
Su padre, que había decidido ir con él, lo mira desde atrás, algo dolido.
Sabía el significado que tenía ese grito.
El dolor que emanaba en él.
<<Mi hijo está loco por ella... No creo que ni Mitsuki ni yo podamos hacer que cambie de idea...>>
Masaru suspira y niega.
<<Lo único que puedo hacer es buscarla con él y demostrarle que lo apoyo en sus decisiones... Aunque eso signifique desmantelar la tribu entera por una chica...>>
Su madre, en cambio, tenía forma distinta de proceder.
Una que no describirá.
Katsuki apretó las riendas de su caballo, negro como la ira que corría por dentro de su ser.
<<Reza todo lo que sepas. Como te encuentre...>>