#39. ???

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Carta n°2

(T/N) se decidió por fin.
<<Además, ¿qué problema hay? Puedo teletransportarme, a pesar de que ahora vayamos a hacer prácticas... Así entro en calor...>>
La chica deja que todo el mundo se adelante a ella, y cuando queda de última en salir de clases, decide esperar un poco para que no haya gente que la vea estar donde no debía.
¿Quién sería aquel chico que le había escrito? ¿Y por qué no querría que supiese quién es?
-Supongo que debo averiguarlo por mi cuenta...
Cree que ya ha esperado suficiente...
Cuando se cerciora de que sus compañeros ya habían salido del edificio para ir a las otras instalaciones, mirando desde la ventana, vuelve a su sitio y se sienta.
Agarra su mochila y cierra los ojos.
Se concentra en visualizar la zona de los casilleros, y luego concretamente el pasillo donde estaba su casillero...
Y una vez visualizado...
-Listo...
Inspira y...
Nota como levita muy levemente de su silla y cae encima de algo.
O alguien porque se queja, y ella del susto, grita.
-¡Au...! ¿Pero qué?
Abre losnojos y sí, estaba en la zona de los casilleros y su pasillito...
Pero no había caído de pie debido a que alguien estaba allí ya.
Y estaba sentada encima de aquella persona.
Y al bajar la mirada...
-¡Quítate de encima, maldito saco de patatas, ¿quieres morir?!
La chica vuelve a gritar y se levanta como puede, tropezando y cayéndose en el suelo, ahora sí, pero luego se vuelve a levantar...
Y descubre con horror que la chica se había caído encima de nada más y nada menos el chico con menos aguante y paciencia que pueda a ver en su clase.
-Ba-Bakugo... Oye, lo siento mucho, no tenía ni idea de que estuvieras aquí...
El rubio ceniza, que aún no se había recuperado del susto, se levanta con la ayuda de (T/N), aunque al ver que era ayudado, se aparta y le da un manotazo.
-¡Quita, puedo yo solo! ¿¡Me ves débil y por eso me ayudas, eh!? ¡Estúpida idiota!
-¡Tío solo te ayudaba porque me he caído encima tuya...!
-¡Que te den! -se sacude la camisa y la chaqueta del uniforme  murmurando cosas incoherentes, y luego la mira con el ceño fruncido.- ¿¡Tú no tienes que estar en el gimnasio gamma, zopenca!?
-Ah, sí, cierto, pero resulta que ya venía a... -para en seco y ahora quien fruncía el ceño era ella.- ¡Oye, espera un momento, ¿y luego vas tú tan sobrado como para también saltarte las prácticas?! ¿Qué haces tú aquí?
-¡No es de tu incumbencia, chismosa!
-¡Yo no soy chismosa, solo venía a mi casillero!
-¡Pues ve, nadie te lo impide!
-¡Pero si me lo estás impidiendo tú, si estás delante...!
La chica para en seco.
¿Qué hacía Bakugo delante de su casillero?
Si siempre lo ve cambiarse de zapatos en la otra punta...
-¿¡Ah, sí!? ¿¡Te lo impido!? -dice, acercándose a ella y ella retrocede, hasta que choca con una pared.- ¿¡Te estoy impidiendo el paso, empujado para que no puedas hacer la mierda que tengas que hacer, acorralado contra una pared, eh!?
La chica no dice nada y inserta a su alrededor.
-Bueno... Ahora mismo sí...
El chico abre los ojos sorprendido y ve que sí. La había acorralado contra una pared.
-¡Tch! -se aparta, con las orejas rojas y mira hacia otro lado mientras hace una mueca con sus labios.
-Oye, mira... -empieza a decir la chica.- No quiero problemas... Y tampoco es que nos convenga tenerlos, ambos estamos en lugares en los que no deberíamos estar. -Bakugo se cruza de brazos y la observa mientras se polla en los casilleros.- Así que empecemos de nuevo. Perdona por caer encima tuya, pero es que no sabía que estabas aquí.
-Querrás decir "siento haber puesto mi culo en tu cara". Estúpida.
-¡No me caí encima de tu cara, no mientas!
-¡No miento, digo lo que fue y si tú fuiste tan idiota como para no darte cuenta, no es mi culpa!
-¡Bueno, que da igual, que lo siento!
La chica se masajea el entrecejo, desesperada.
Hablar con Bakugo era todo un reto para ella.
Y para cualquiera, para qué nos vamos a mentir.
-¿Qué hacías delante de mi casillero? -le acaba preguntando.
-¿Eres tonta? ¡Que no te incumbe dije, maldita curiosa! -pasa por su lado y se marcha, con intención de ir hacia el gimnasio gamma, pero luego se gira y la señala.- ¡Y no esperes que mienta por ti  si preguntan donde estás, no te pienso esconder! -dice, haciendo alusión a que como no vaya rápido al gimnasio, como él, le echarán una buena bronca.
Se va sin despedirse y la chica resopla, colocándose la falda y la parte de arriba.
<<Que tío... ¡Normal que ande escogido todo el día, si come tanto picante siempre! Maldito maleducado...>>
La chica suspira y se acerca a su casillero.
Lo abre y deja su nota ahí.
<<¿Qué cojones haría este sinvergüenza aquí? ¿Qué se le perdería?>>
La chica suspira, negando.
A saber.
Son sus asuntos, no tenían nada que ver con los suyos.
Cierra los ojos, visualizando los vestuarios, y al abrirlos estaba ya en ellos.
-Buenos me va saliendo mejor...
-¿(T/N)-chan?
La chica se sobresalta, pero al ver a su amiga Tsuyu, se tranquiliza.
Sonríe y la saluda.
-Tienes que darte prisa, kero. Aizawa-sensei va a juntarnos por parejas para entrenar nuestras particularidades hoy.
-A-ah, voy... Me cambiaré rápido, lo prometo.
Tsuyu asiente con una sonrisa, y tras coger sus grandes gafas que llevaba siempre en la cabeza, pues seguramente s ele olvidarían, vuelve a salir.
En menos d elonque canta un gallo, (T/N) se cambia y se pone su traje de heroína, y va hacia el campo.
-¡(T/A)!
Kirishima iba hacia ella y palmea uno de sus hombros con una gran sonrisa
-¡Ahí estás! -le dice.- Nos han puesto juntos en el entrenamiento de hoy. ¿Cómo tardaste tanto en salir?
-A-ah, es que tuve que hacer un par de cosas, antes... -dice. Justamente, ve a Bakugo salir deprisa de los vestuarios de los chicos, con una de sus granadas en la mano, colocándola con dificultad en una de sus manos.
Y al ver que ella miraba para él, este le levanta el dedo medio.
-Bakubro ha llegado tarde también... -piensa en alto el pelirrojo, frunciendo el ceño con confusión.- Bueno, ¿vamos? -dice poniendo un brazo sobre sus hombros y dándole una de sus mejores sonrisas.
Ella asiente y ambos se dirigen a una cosa que noe sté muy ocupada por sus compañeros.
-Te comento, Aizawa-sensei ha dicho que quiere que ambos practiquemos y ganemos velocidad. Tanto tú teletransportándote como yo intentando atacarte e inmobilizándote.
-Ah, vale. Será como una especie de pilla-pilla, ¿no?
-Sí, pero más divertido. -dice alejándose y con una gran sonrisa.- Más divertido porque podremos utilizar nuestros dones.
-Uuhhhh, eso sí me gusta. Mi abuelo nunca quiso que jugara al pilla-pilla con dones porque podía acabar en vete tú a saber donde.
Kirishima ríe y al ver que la chica se ponía en posición de defensa, corre hacia ella, endureciendo sus brazos.
Ella se teletransporta no muy lejos, y el chico la busca.
Al encontrarla corre de nuevo a junto ella, pero no la da alcanzado para atacarla.
Echan así un rato, hasta que en cierto momento Kirishima no la encuentra.
Ya ha dado tres vueltas sobre sí mismo, y nada.
-¡Oye, que es el pilla-pilla, no el escondite! -se queja, pero sin perder la sonrisa.
-Andas un poco ciego, ¿no?
Kirishima mira hacia arriba, de donde venía la voz y sonríe.
Estaba encima de un saliente de tierra, un desnivel.
Y lo miraba desde arriba, con una sonrisa picarona.
-¡Eso no vale! ¡Baja aquí!
-¡El villano no va solo a estar al nivel del suelo, Kirishima!
-¡Pero estamos entrenando! ¡Baja aquí!
La chica acaba por hacerle caso, pero decide que haciéndolo con su teletransporte sería más gracioso.
Se teltransporta a su lado y lo inmobiliza.
-¡Oe...!
-¡Haber subido, Kirishima, ahora no te quejes!
-No me quejo, siento pena.
-¿Huh? ¿Pena?
-Sí. ¡Pena por ti! -se deshace muy fácilmente de su agarre, y la agarra con sus brazos endurecidos para luego tirarla al suelo y dejarla inútil.
<<Ya nací inútil, así que estoy acostumbrada...>>
-¿¡Ahora qué!? ¿Gané o no?
-Bueno, bueno, vale, tú ganas. Venga, déjame levantarme.
-¿... Y si descansamos un poco? -propone.- Si Aizawa-sensei nos ve así, pensará que estamos haciendo algo.
La chica piensa, con la mitad de la cara en la tierra.
Se le hacía atractiva la idea.
-Que conste que el de las malas influencias aquí eres tú, no yo. Así que te tomo la palabra, descansamos.
Kirishima ríe y se sienta encima de la espalda de la chica.
-Oye, si quieres, te traigo un café y una revista. O un cómic. No sé.
-Pues estaría bien, la verdad, últimamente no respiro nada, todo son clases y gimnasio, clases y gimnasio... Ya nos podían dejar unos días de descanso.
-Concuerdo, pero quítate de encima, pir favor.
El chico acaba por hacerle caso, y ambos se sientan en una zona donde el profesor no puede verles.
Hablan de su día a día, y a pesar de que ya se conocían y eran amigos, ahora se conocían un poquito mejor.
-¿Te puedo preguntar una cosa? -le dice el pelirrojo.
-Claro, lo que quieras.
-¿Por qué Bakugo y tú llegasteis tarde? Es decir... ¿Os habéis metido en un lío, o...?
La chica niega y procede a contarle todo, incluso lo de su admirador secreto, dejando cuanto menos al pelirrojo con la boca abierta.
-¡Tienes un pretendiente! Bueno, no me sorprende... -comenta, sonriente.
-¿Qué quieres decir?
-Ya sabes lo que quiero decir... Al igual que vosotras hacéis vuestros rankings del chico más guapo, nosotros lo hacemos también con las chicas.
-Oh. -(T/N) mira al frente, bastante sorprendida.- Y... ¿Yo como voy?
-Bastante bien. Te preguntaba lo de Bakugo porque, de hecho, él te ha puesto de número 1.
-¿¡Lo qué!? -exclama.- ¿¡Pero él también juega a ese tipo de cosas!? ¡No le pega!
-No le pega, pero cuando Kaminari, Sero y yo le caemos muy pesados, acaba haciendo lo que nosotros queremos. -ríe este.
-Es bueno saberlo... -murmura.
¿Eso quería decir que a Bakugo le parecía guapa?
¿No son demasiadas coincidencias con que él estuviera en su casillero hoy?
¿Y con que no le reventara el culo a explosiones para que se quitara de encima?
-Que sepas que yo también te he puesto en primer lugar. -comenta el pelirrojo, con una sonrisa dulce, y esta ríe.
Eso sí que no se lo esperaba.
-Que detalle...
-¿Y a mí en que puesto me tienes? -quiso saber, y ahí a la chica se le cae el mundo.
Nunca lo había pensado.
-E-eh... Pues...
-¡(T/A) Y KIRISHIMA, PAR DE VAGOS!
Ambos se ponen de pie inmediatamente al escuchar el grito que había pegado Aizawa-sensei.
Su pelo flotaba y sus ojos estaban rojos.
Y, valga la redundancia, en un cerrar de ojos ambos estaban atados de pies y manos por las cintas que llevaba al cuello del profesor.
-Os voy a hacer trabajar tanto en esta práctica que acabareis sangrando por las rodillas. ¡ANDANDO!
-¡SÍ, SENSEI! -gritan ambos, y caminan detrás del profesor con la mirada de los 19 compañeros suyos.

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⏰ Última actualización: Jul 31, 2023 ⏰

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