Capítulo 5

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Capítulo 5

Peta

A medida que los días corrían, muchas cosas se hicieron realidad. Se realizaron pruebas para demostrar mi buena salud y también mi pureza. Si, efectivamente, yo era realmente una virgen y no era una estafa sólo para obtener algo de dinero engañando a un club que ofrecía prostitución a clientes de lujo.

De repente, sonó mi celular. Era la voz del dueño del Club de Vírgenes. Quería hablar conmigo personalmente.

Horas más tarde...

-¡Tus exámenes fueron muy buenos! Puedes seguir adelante con el contrato.

Sonrió. Había un diente de oro delante de sus labios.

-Dentro de una semana, te que quiero en el Club de Vírgenes. El momento para cumplir con la parte principal del contrato será ese día.

-Sí, señor.

Mi voz apenas se escuchaba, sentí que mi saliva se deslizaba por la garganta.

-¡Genial, señorita! Ambos saldremos ganando.

Se sentó en la silla frente a su escritorio y trató de encender otro cigarro importado.

-¡Recuerda eso! - Me miró, dándose cuenta de que me alarmé. - ¡No eres la primera y no serás la última!

Salí de la oficina peor de lo que estaba antes. Ahora yo estaba caminando por el paseo peatonal. Algunas personas desconocidas me pasaron. Ellos no me conocían, pero sabían que yo estaba sufriendo. Esto estaba grabado en mi cara. Yo no podía sonreír, no podía concentrarme en nada bueno que pudiera iluminar mi vida, para ir a través de ella con gran alegría y deseo de querer más.

De repente, me detuve y empecé a mirar. Parecía perdido en una pequeña ciudad en la que crecí y di mis primeros pasos. 

Club de Vírgenes (Novela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora