Capítulo 7

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Capítulo 7

Un mes después...

Doralice

08:05 hs

-Peta ¿Cómo es que obtuviste el dinero para pagar la cirugía de 15000? ¡Estoy preocupada con eso!

Interrogué, sentada en el asiento de atrás del coche, de camino al hospital. Denise y Peta estaban sentadas en los asientos delanteros. Denise estaba conduciendo el coche de su padre.

-Mamá, ya te dijo, vamos a hablar después de la cirugía, cuando regresemos a casa. Te prometo que hablaré de cómo llegó ese dinero y no te preocupes, yo no robé, no maté. Este dinero es...

Peta intercambió una mirada secreta con su amiga y se detuvo poco después.

-Después hablamos de eso, mamá. Ahora tenemos que pensar en tu recuperación.

-Está bien - Acepté, abrazada a mi bolso llena de objetos camino a la clínica privada.

-Pero cuando llego a casa... quiero tener esa conversación contigo. ¡Nadie consigue 15.000 reales de un momento al otro!

Murmuré y apoyé los codos en mi bolso voluminoso.

Peta

Había llegado el momento de la cirugía de mi madre. Ella fue llamada a la sala de anestesia general.

Antes de su paso por los pasillos de la clínica. Ella me abrazó con fuerza. Ambos comenzamos a llorar. Ya con nostalgia una de la otra. Mi madre estaría hospitalizada unos días y yo sólo podía verla después de su traslado a la sala privada.

-¡Ve con Dios, madre! ¡Todo va a estar bien!

-¡Tú también, Dios estará con ustedes! ¡Cierra la casa y cualquier cosa les pides ayuda a los vecinos!

-Lo sé mamá.

Ella me cogió la cara y me miró a los ojos. Su dedo llegó delante de mi nariz.

-Cuando vuelva a casa. Vamos a tener que hablar.

-De acuerdo.

La abracé otra vez.

-Te amo.

Murmuré por encima del hombro.

-Yo también te amo, hija.

Nos abrazamos por un tiempo. Si pudiera cambiar todo, mi madre estaría curada y no tendría que pasar por la cirugía. Pensando en el lado positivo, después de la cirugía, ella estaría fuera de peligro.

Una vez que nos desprendimos, mi madre abrazó a Denise y le dio las gracias por todo. Pronto mi madre estuvo a cargo de una enfermera por un largo pasillo. Tomando su bolsa contra su pecho, ella me miró y me dio un último guiño.

Casi me caí en lágrimas al ver esa escena. Me moría de ganas de su anhelo.

11:20 hs

Durante la cirugía de mi madre, yo seguía en el hospital, sentada en la sala de espera. Denise estaba sentada a mi lado. Sin embargo, esperé con ansiedad noticias de mi madre.

Yo quería saber cómo iba todo, si ella estaba realmente bien.

En poco tiempo, el cirujano apareció en la sala de estar. Estaba vestido con su bata blanca, se había quitado los guantes desechables de sus manos y bajó el tapa boca de su rostro. El médico tenía el pelo gris y su piel estaba enrojecida.

Antes de que dijera algo, me encontré con él, le pregunté.

-Doctor, ¿Cómo está mi madre? ¿Se ha operado?

Sentí que Denise también se puso de pie y se detuvo de pie justo detrás de mí.

El médico miró a la cara y dijo.

-Lo siento, pero tu madre no sobrevivió a la cirugía.

En ese momento, avancé sobre el médico y agarró la tela de su abrigo con mis puños. Gritando descontrolada.

-¡Dime que esto es una mentira! ¡Por Favor! ¡Mi madre no murió! ¡Mi madre está viva! ¡Mentiroso!

Mi voz se elevó. Denise me agarró por detrás y me atrajo hacia ella, así que abandoné la bata del doctor. Abracé a Denise, llorando desconsoladamente. Mi amiga también comenzó a llorar conmigo. No podía imaginar el tamaño de mi dolor, pero sabía que estaba sufriendo mucho.

Porque un pedazo de mí había sido retirado de mi pecho. De mi vida. 

Club de Vírgenes (Novela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora