La preparación.
El estómago revuelto de Bill lo estaba matando, sentía un gran lío de emociones en su interior. Se encontraba nervioso, ansioso y hasta cierto punto algo asustado.
No, eso sería mentir, Bill estaba aterrado.
Miraba al techo de su cuarto en medio de la oscuridad, con su corazón a mil por hora y su mente trabajando en todo su esplendor sin poder parar de pensar en los sucesos que había pasado con el castaño.
¿Por qué había estado tan nervioso? ¿Por qué le había coqueteado tan descaradamente? ¿Por qué Dipper le parecía tan adorable ahora? ¿Por qué quería seguir pasando tiempo con él?
Nada de eso era algo común de él y menos contando en cuenta un pequeñísimo pero importante detalle: Bill tenía pareja.
No podía hacerle eso a Pino... incluso si ese mismo día lo había negado.
Dios, ¿por qué lo había negado?
La culpabilidad le impedía conciliar el sueño, tenía miedo de ver a los ojos a Pino y ver el dolor y la decepción de sus acciones, tenía miedo de lastimarlo... sin embargo, después de varias horas terminó por quedarse dormido.
Por un momento todo estuvo oscuro, en silencio; cosa que provoco que Bill se pusiera más nervioso, después de unos segundos, finalmente se encontró parado frente aquella puerta y antes de que pudiera pasarla las preguntas invadieron su mente de nuevo.
¿Qué le diría a Pino? Porque no podía ocultarle eso, tenían un política de cero mentiras... y estaba seguro que eso incluía ocultar la verdad.
¿Cómo reaccionaría? ¿Se sentiría mal porque lo había negado? ¿Se sentiría celoso o reemplazado? Probablemente lo iba a matar y si Pino no lo hacía, Bill lo haría a causa de la culpa.
Tomando un montón de aire (que realmente no servía cuando estaba dormido) se decidió por abrir la puerta.
Y al ver aquél castaño esperándolo como de costumbre con su peculiar sonrisa tímida fue que todas las preguntas encontraron sus respuestas.
Sin dudarlo un segundo el menor tomó la iniciativa plantándole un beso en los labios como saludo.
—Buena primera cita, ¿no crees? —bromeó Dipper evidentemente sonrojado—, aunque si te soy completamente honesto, no estoy seguro si debo ofenderme porque me negarás o debo sentirme halagado por haberme negado por mí... lo cual no tiene mucho sentido.
Bill se sonrojo con bastante rapidez ante el comentario, algo avergonzado.
—No estoy seguro de que me pasó, estaba demasiado nervioso como para pensar con claridad —confesó y el castaño lo miró enternecido.
—Tan nervioso que me coqueteaste tan descaradamente —se burló ligeramente—, ¿acaso eres así con todos?
Bill entró en pánico al notar la exageración del menor.
—¡Para nada! —exclamó nervioso, sin percatarse aun de que el menor estaba bromeando—, en primera porque nunca he salido con nadie más que tú.
Al escuchar aquello Dipper soltó una pequeña risa.
—Y segundo... no sé que me pasó, es como si mi cerebro estuviera programado para coquetearte, incluso sino esta consciente de que eres la misma persona, pero lo siente... supongo —trató de explicar y explicándose a sí mismo de paso—, es tú culpa, después de que quitaste el seguro de caernos mal ya no hay nada que me detenga de hacerlo, te veo y quiero coquetearte... aunque me sienta terriblemente culpable después. Lo hago totalmente inconsciente, es algo tan natural para mí hacerlo que...
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The Mindscape. [Billdip]
FanfictionEl Escape Mental. Dipper ha soñado con la misma persona desde los 13 años. Esa persona siempre le ha dicho Pino. ¿Qué pasa cuándo alguien lo llama por ese nombre despierto? --- [No se aceptan adaptaciones] Fanarts usados en la portada por @Elentori.