The Messy Dinner With The Pines.

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La desastrosa cena con los Pines.

Dipper sabía que su madre estaba a punto de descubrir sus mentiras.

Llevaba aproximadamente 1 hora tratando con todas sus fuerzas no arruinar la relación de su hermana por accidente, pero era más difícil de lo que había creído, no solo era ocultar su repulsión hacia Xólotl con lo que decía sino también tratar de evitar demostrar la molestia de su voz y las muecas de su expresión, y eso le estaba costando más de lo que creía.

Las respuestas acerca de Mabel y su felicidad habían sido fáciles, pero las preguntas sobre su opinión del chico eran realmente difíciles.

—Bueno Dipper, ya casi terminamos —le dijo Mary sentada en el estudio de su esposo con extrema seriedad.

El mencionado estaba 100% seguro de que su hermana estaba tratando de oír la conversación a través de la puerta muriendo de los nervios.

—¿Qué tan bien te llevas con Xólotl? —le pregunto y el castaño sabía que su mueca era imposible de ocultar esa vez.

—Nos llevamos bien... —mintió débilmente.

—Mason —soltó, y al escuchar su nombre salir de la boca de su madre estaba seguro de que estaba muerto—. ¿Sabías que se ve peor que me hayas mentido casi toda la entrevista? Sé que quieres la felicidad de tu hermana, pero tengo que asegurarme que es un buen partido para ella.

—¡Y lo es! —Replicó con velocidad.

—¿Entonces por qué mientes?

—Porque... —Dipper miró a los ojos a su mamá, y decidió ser honesto—, porque no nos llevamos bien, a veces ni siquiera lo tolero, pero no quiero que mi opinión sobre él afecte su relación con Mabel, incluso aunque Xólotl me cae mal sé que la quiere mucho y ni siquiera yo quiero arruinar eso para ellos —confesó nervioso.

—¿Y se puede saber por qué no lo toleras?

—Solo no lo tolero a veces.

—Bueno, de esas veces ¿porque no toleras a Xólotl?

—Porque-

La puerta del estudio sonó interrumpiendo a ambos, por lo que Mary permitió una pequeña pausa para abrir la puerta viendo a la castaña con un puchero en sus labios.

—Todavía no terminamos, corazón.

—No, no es por eso —dijo con la voz entrecortada—, es solo que Bill ya llegó.

—Pero todavía no es hora —soltó Dipper confundido.

—Yo le dije que llegará antes —aclaro Mary—, dile que pase aquí con nosotros, quiero hablar con él.

Mabel asintió como pudo y fue en busca del rubio, mientras Dipper miraba a su madre confundido.

—¿Por qué estás tan sorprendido? Tengo su número porque a ti se te olvida avisarme cuando salen —comentó la señora contestando la pregunta que su hijo no había terminado de formular en su cabeza—. Y más importante, quería una segunda opinión.

—Es que se me olvidaba —dijo haciendo un puchero—, aparte, pudiste haberme avisado, no me había terminado de arreglar, me va a ver así.

—Supongo que también a mí se me olvido avisarte —le dijo con una sonrisa.

—A veces eres malvada.

—Además tu siempre te ves precioso, mi angelito —continuo con una sonrisa, provocando que Dipper se sonrojará ligeramente.

Unos golpes tímidos en la puerta les dieron a entender que el rubio había llegado, Mary se levantó de su asiento y le abrió la puerta, invitándolo a pasar, Bill saludó tímidamente a su novio sentándose a su lado, el rubio se encontraba vestido entre la combinación perfecta de casual y formal, cargando una pequeña mochila que dejó a su lado al sentarse.

The Mindscape. [Billdip]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora