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Habían pasado unas semanas desde la salida que Irene y Seulgi habían tenido en el cine, y dentro de todos esos días por cosas de tiempo no habían podido reunirse otra vez. Pero no dejaban de parecer adolescentes mandándose mensajes a cada minuto que pasara.

Ahora era viernes por la noche y Jennie junto a Lisa habían arrastrado a Irene a un antro para celebrar nada más que las ganas que tenía Jennie por beber. 

Irene no se dio ni cuenta cuando sus amigas se habían levantado de las sillas y habían ido a bailar al centro del local. Detestaba ese lugar porque lo único que quería hacer era descansar en su cama y poder hablar con Seulgi, pero la estúpida señal ni siquiera dejaba que los mensajes le llegaran de inmediato.

"Lo siento, la conexión aquí es lenta"

Escribió y apretó la pantalla para mandar el mensaje.

"Pensé que estarías en tu departamento, ¿dónde estás?"

"En un antro"

Irene miró nerviosa la pantalla, la palabra 'escribiendo' llevaba bastante tiempo ahí y comenzaba a provocarle ansiedad.

"No bromees jajaja ¿Qué haces ahí?"

"Jennie."

"¿Cómo lo hace esa chica para convencerte de todo?"

Seulgi se quedó mirando la pantalla por unos tres minutos esperando la respuesta de Irene pero se había desconectado. Mentiría si se dijera a si misma que no se sentía apenada porque quería tener una conversación fluida y sin cortes con Irene, pero también entendía que Irene estaba con sus amigas conviviendo y no sería bueno que estuviera todo momento clavada en su teléfono. No eran unas niñas para generar ese tipo de dependencia. 

Bloqueó la pantalla de su teléfono y se levantó de la cama para ir a buscar algún paquete de frituras a la cocina y asegurarse de que Joy no se hubiera quedado dormida sobre su escritorio otra vez. 

Tardó casi unos diez minutos en todo aquello y después volvió a su habitación para decepcionarse de ella misma al pensar que tendría una notificación de un nuevo mensaje. 

-Deja de pensar en ello -dijo en voz alta y lanzó su teléfono de vuelta a su cama. 

Tomó su laptop de su escritorio y se metió a la cama después de apagar la luz. Quizás no era el mejor panorama, pero necesitaba ponerse al día con los últimos episodios de su serie favorita. 

Y antes de que abriera la laptop, la pantalla de su teléfono iluminó la habitación. 

"A veces siento verdaderas ganas de matarla"

"Acabo de pasar una vergüenza, quiero desaparecer"

Seulgi se sentó con la espalda recta al leer el último mensaje que despertó la curiosidad en su interior.

"¿Qué ocurrió?"

"Fui a la barra a pedir otra bebida y había una chica ahí"

"Bien, primero debo decirte que descubrí que hoy es una maldita noche gay y si no hubiera sido por lo que pasó ni cuenta me habría dado"

"Espera, mejor te llamaré"

No pasaron ni cinco segundos cuando el nombre de Irene apareció en grande en la pantalla.

-¿Ahora me dirás qué fue lo que te sucedió?

-Fui a pedir mi bebida y la chica que estaba sentada ahí comenzó a hablarme y me ofreció algo para beber -la voz de Irene siempre había sido baja, pero ahora con la música que se escuchaba, a Seulgi le costaba el doble entender sus palabras.