-16-

2.1K 222 75
                                    

Seulgi despertó por el ruido de la alarma. No fue capaz de abrir de los ojos así que solo tanteó con su mano la mesa de noche en busca del teléfono pero lo único que consiguió fue tirar al suelo los lapices que había dejado allí el día anterior.

Cuando la alarma comenzó a desesperarla se giró para acercarse a la orilla de la cama y buscar su teléfono en el suelo, donde a veces solía aparecer pero tampoco estaba ahí. 

-Seulgi... apaga eso.

Seulgi abrió los ojos de golpe al escuchar la voz adormilada de Irene en su habitación. Estaba tan acostumbrada ya a despertar sola en su cama que no recordaba que incluso se había despedido con un beso durante la madrugada. 

-No encuentro el teléfono -la alarma se había apagado pero en menos de un minuto volvería a sonar- Maldición...

A Irene solían irritarle las alarmas, y Seulgi estaba segura de que eso no había cambiado. Pero de verdad que se le hacía imposible encontrar el teléfono. Decidió buscarlo entre las sabanas y como ya estaba un poco más despierta, notó que la alarma provenía del otro lado de la cama. 

-Hyunnie, es tu al-

Pero Seulgi no alcanzó a terminar su oración porque el pie de Irene la empujó con fuerza haciendo que se cayera de la cama y estampara su trasero contra el suelo.

Irene despertó asustada por el grito de Seulgi y quedó desconcertada al verla con una mueca de dolor en el rostro.

-¿Te caíste?

-¡Me acabas de empujar de la cama!

-¡Acabo de despertar! 

Seulgi se puso de pie y se llevó su mano a la parte baja de la espalda que era donde más le había dolido. Irene la miraba preocupada, con el cabello revuelto usando su sudadera que le quedaba grande. Su dolor repentinamente desapareció, seguramente por algún efecto placebo, y su sonrisa volvió a su rostro.

-Olvídalo... -Seulgi se volvió a meter a la cama y estiró su cuerpo sobre el de Irene para tomar su teléfono y quitar las alarmas- Buenos días -susurró quedando sin querer cara a cara con Irene.

-B-buenos días -respondió nerviosa por el acercamiento- ¿Te duele la cabeza?

Seulgi negó y volvió a su lado de la cama, arropando sus piernas con las sábanas. 

-¿Dormiste bien? 

-Sí, pero ahora me dio frío -dijo Irene escondiendo sus manos dentro de las mangas de la sudadera.

-Dijeron que hoy haría frío -susurró- La verdad es que el día está para quedarse acostada en la cama.

Se quedaron en silencio e Irene se arropó hasta la nariz. Comenzaba a temblar y aunque Seulgi le colocó una manta extra sobre la que ya tenía la cama, su cuerpo seguía frío. 

-Ven -Seulgi se recostó de lado y le enseñó sus brazos extendidos para que se acercara a ella, cosa que Irene no dudó en hacer- ¿Mejor?

Irene asintió entre los brazos de Seulgi, comenzaba a sentir la calidez que siempre transmitía la piel de Seulgi, y se aventuró un poco más y enterró su rostro en su cuello, tomándola desprevenida. 

-Hagamos eso -dijo Irene después de unos minutos en donde solo había estado escuchando la respiración de Seulgi?

-¿Hm? ¿Qué cosa?

-Lo que dijiste, quedémonos todo el día en la cama.

Seulgi la abrazó con más fuerza y le susurró un "okay" que hizo que Irene cerrara los ojos en paz.

‹ Bangs › SeulreneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora