‹ Bangs › Seulrene

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Irene tenía dos opciones esa noche, la primera era contarle a Wendy lo que había estado sucediendo entre ella y Seulgi en el último tiempo o podía actuar como si no sintiera nada por Seulgi y solo quedarse sentada ajena a toda la fiesta del cumpleaños de Wendy.

Había estado toda la semana pensándolo y ahora que estaba frente a frente con Wendy esperando a que entrara a su casa, descubrió que aun no había tomado una decisión.

-¿Pasarás o tengo que obligarte? -le preguntó Wendy sonriendo.

-Perdón por llegar tarde -Irene dio un paso hacia adelante y abrazó a Wendy con fuerza- Feliz cumpleaños Wendy.

-Creo que es la cuarta vez que me felicitas en el día -Wendy rompió el abrazo y tomó el pequeño paquete que Irene le estaba ofreciendo como regalo de cumpleaños.

Cuando entraron Irene se sorprendió que lo bien que había organizado Seulgi la fiesta para Wendy, ya le había contado todo lo que había planeado para darle la mejor fiesta de cumpleaños de su vida pero no pensó que se esforzaría tanto.

-No pensé que alguna vez harías una fiesta así en tu casa -le comentó a Wendy.

-Oh, creo que no te había dicho que Seulgi fue la que organizó todo.

Irene trató de actuar como si la noticia de verdad la tomara por sorpresa.

-¿De verdad?

-Sí, no sé dónde se habrá metido ahora, cuando fui a recibirte ella estaba aquí con una amiga de ella.

Wendy se acercó a una de las mesas que había preparado Seulgi y le ofreció un trago a Irene. No quería emborracharse, pero sabía que sin alguna gota de alcohol en su cuerpo la noche sería el doble de larga.

Al rato comenzaron a llegar más amigos de Wendy que ella no conocía y gracias a su timidez, Irene terminó quedando sola a un lado de la mesa de bocadillos.

[...]

-¿Quieres?

Joy llegó a su lado con una copa en  cada mano y le ofreció una a Irene.

-No pensé que te quedaras aquí con eso sucediendo allí -Joy apuntó al otro extremo de la sala donde estaba Seulgi bailando con una de las amigas de Wendy que ella al menos no conocía.

Aunque más que un baile, por la cara de auxilio que ponía Seulgi cada que vez que la chica se acercaba un poco más a ella, parecía como si Seulgi estuviera sufriendo.

-No puedo ir y quitarle a esa chica de encima.

-Sí puedes pero tú y la idiota de Seulgi le tienen miedo a la reacción de Wannie.

-¿Wannie? No pensé que fueras tan cercana con Wendy.

-Somos amigas -dijo Joy no muy segura- Pero ella se niega a aceptarlo.

-Como tú digas -Irene se rio de Joy y bebió un trago largo de su copa cuando vio a la amiga de Wendy dar un paso más cerca de Seulgi.

Joy iba a reclamarle pero Wendy llegó donde ellas.

-Veo que ya conociste a Joy.

Joy se puso nerviosa por la situación, no le resultaba demasiado bien mentir bajo presión, y la presión que sentía era haber tenido a Seulgi todo el día recordándole que debía actuar como si no conociera a Irene.

-Joy es amiga de Seulgi y la ayudó a hacer esto.

-Pensé que era amiga tuya -dijo Irene y le dio el último sorbo a la copa deseando que siguiera llena.