Epílogo

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Contemplo el mar con los ojos llenos de lágrimas. Leo me aprieta una mano y Kentran me aprieta la otra con su brazo bueno.

Las secuelas del ataque al Palacio Arnik han sido monstruosas. Yo he salido increíblemente ilesa, a exepción de varios moratones y arañazos sin mucha importancia. Leo está bien también y Kentran sólo tiene un brazo roto, que ahora lleva en cabestrillo.

Del Frente en Gernos hemos sobrevivido seis: Amy, Leo, Kentran, Chris, Pau y yo. Tony mató a Mya O'Brien y fue abatido a tiros por los soldados, a David y Rose les explotó una granada al lado. El señor Yang también ha muerto. Su cadáver estaba en la sala de ordenadores de nuestra sede. Por lo visto, los soldados consiguieron entrar. También ha muerto Walter, el líder del Frente. Del Gobierno han muerto todos. Mya, Lucas Bravestone, todos sus seguidores, Strauss... incluso Zack O'Brien. Lo encontré yo. Aun no estaba muerto del todo y me dio las gracias, no le dio tiempo a explicarme por qué. Debo reconocer que lloré su muerte; no todos los malos son tan malos.

Pero lo peor de todo son las muertes de mi padre y Hugo.

Hugo murió delante de mí, suplicándome perdón por algo de lo que yo, en realidad, no lo culpaba. Murió por lo mismo que había vivido siempre; por mí. Y eso me llenaba de tristeza y, sobre todo, de una horrible culpa. Las últimas palabras que le dirigí a mi padre fueron "estás anclado en el pasado". Y no puedo arrepentirme más de ellas. Ni si quiera pude decirle adiós, no pude decirle lo mucho que lo quiero, lo mucho que lo necesito a mi lado, no pude decirle lo perdida que me siento sin él. No pude darle las gracias por todo.

Estamos en las afueras de Gernos, en un extenso valle desértico cerca de la ciudad. Esto es el funeral de Hopkins y Hugo. Los hemos tirado al mar y ahora estamos Kentran, Leo y yo, en silencio, pensando en ellos para honrar su memoria.

Pasado un rato, Kentran interrumpe el silencio:

-Bueno, yo me voy, Ishy. Nos vemos en el cuartel.

Asiento y lo abrazo tratando de no hacerle daño en el brazo.

Nos quedamos Leo y yo solos.

-Lo siento mucho- me dice.

-Gracias- respondo.

Él me acaricia la mejilla y sonríe.

-Eres la chica más valiente que he conocido nunca.

-No soy valiente, sólo estoy demasiado acostumbrada a las desgracias.

Leo suelta una carcajada sorda y me abraza.

-Ishy- me llama.

-¿Qué?

-Te quiero muchísimo.

Me río y voy a contestar, pero una voz femenina, una voz que hacía mucho tiempo que no escuchaba, me interrumpe.

-Ishy, no te lo creas.

Me giro bruscamente hacia la voz y frente a mí, desaliñada y llena de heridas, está Rachel.

-¿Qué?- exclamo, completamente descolocada.

-¿Qué estás haciendo aquí? Creía que...- inquiere Leo lleno de una ira fría que jamás le había visto.

-Ishy, no te lo creas- repite-. No te creas ni una palabra de las que te ha dicho este mentiroso.

-¿Pero qué dices?- pregunto.

-¡Cállate!- grita Leo, fuera de sí.

-Te ha mentido, todo el tiempo. No sólo a ti, a todos. Lleva vendiendo al Frente desde siempre. Él sólo quería venganza, cayera quien cayera. Informaba al Gobierno de todos los movimientos del Frente porque le había prometido lo que él quería, lo único que quiere: venganza.

Deep #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora