Capítulo 4 - Última noche (primera parte).

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Llegamos a casa, me tiro encima del sillón que está al lado de la puerta y me golpee con el maletín de mi padre, mi madre me vio y fingí que no me dolió.
Estuve todo el camino sin hablarle, entiendo que esté enojada, entiendo que esté celosa, pero, quería disfrutar este día con ellos... Lo deseé por muchos años.

–¿Vas a seguir sin hablarme Akari?–pregunta mi madre parándose frente a mí.

Ah, madre, necesitarás más que eso. Saco mi celular del bolsillo y comienzo a ver memes.

-Bien...

(...)

No he vuelto a escuchar a mi madre, bueno, admito que me quedé dormida una hora en el sillón. Son las 18:23, tal vez esté viendo su novela de galanes de cabello largo; la he escuchado decir cosas cómo: "con esos abdominales me dan ganas de lavar ropa todos los días"," Una cabalgata, obvio, vos decime cuándo","qué bueno estás Enrique", "si las miradas matarán vos estarías preso y mi hija huérfana" .
Subiré a buscarla, pero antes, tocaré la puerta, por las dudas dudosas.

Subo las escaleras, me paro frente a la puerta del cuarto de mi madre y toco tres veces la puerta.

–¿Mamá, estás ahí?

No responde.

Abro la puerta y... No está.

Bajo corriendo las escaleras intentando no caerme y quebrarme las vértebras, busco en el baño, el comedor, el patio, su auto sigue en el garaje, no sé dónde puede estar. Busco en la cocina y encima de la mesada había una nota:

Nota:

"Akari y Rogger, perdonen por ser tan tóxica en sus vidas, ya no molestaré ni estorbaré más, los cuidaré desde el cielo".

Sacudo mi cabeza eliminando esa escena de mi mente, ¡Cielos, Akari! Debes dejar de ver tantas películas de suicidios.

Nota:
"Si no querés hablarme entonces escríbeme.
Abre la heladera. :-)

XOXO
-Mamá".

¿Por qué creen que pueden comprarme con comida? Tsss, funciona, pero detesto que me conozcan y sepan convencerme.

Dentro de la heladera había dos licuados, uno de chocolate y el otro de frutilla, tienen crema, sorbete y chispas de colores.
En el vaso del licuado de chocolate hay una nota.

Nota:
"Si querés hacer una tregua envíame un mensaje al 0-800-mamá".

Le mando un mensaje y contesta muy rápido pidiendo que suba a su cuarto, esto parece una película de terror...
Subo y hay otra nota, esta vez, encima de su cama.

Nota:
"No soy mami...".

Siento cómo algo me agarra de los tobillos, grito y me subo encima de la cama.
Derrepente, escucho unas risas debajo de esta.

-Un momento...

Mi madre sale arrastrándose de allí abajo.

-¡Me asustaste! ¡Pudo haberme dado un paro cardíaco!

-¿No que no ibas a hablarme?

-Bueno, vine para hacer una tregua.

-¿Fue por los licuados?

-Sí, pero también quiero hablar contigo-digo mirando al piso.

-Claro, hija. Hablaremos de lo que quieras, sé que siempre estoy trabajando y nunca tuvimos de esas charlas de chicas madre e hija.

Campamento de verano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora