Capítulo 16... Yoonmin...

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Finalmente la nueva guarida había sido tomada por el heredero del señor Min.

Los hombres celebraron como un grupo de vikingos y bebieron en nombre del líder caído. YoonGi no había hablado más sobre su padre y Jimin no se sentía capaz de preguntar, no sin saber lo que eran ahora, aunque podía sentir claramente la tristeza en el mayor.

El blanquecino tampoco había hablado acerca de los Kim o amenazado con que lo entregarían pronto y el omega no sabía qué pensar al respecto. Había escuchado entre los trabajadores, que el nuevo líder estaba planeando una forma de burlarse de los "malnacidos de los Kim" y que por eso había tomado al chico que les interesaba como pareja, que por esa razón no lo había reclamado.

Inconscientemente Jimin masajeó su cuello en donde debía estar la marca, sintiendo su piel lisa y tersa, sin cicatriz. Estaba confundido, pues cada que YoonGi entraba a su habitación y lo tomaba, tenía  la delicadeza y cuidado, como si quisiera saborearlo despacio, sin ninguna mordida.

Jimin arqueó la espalda esa noche, apoyando las manos sobre el abdomen del mayor. 

Sentir las manos firmes y callosas del otro sobre sus caderas le excitaba, le hacían sentirse necesitado y bajo el mando del rudo alfa. Gimió en voz alta cuando el blanquecino tomó ritmo en su interior de una forma exquisita que le hizo voltear los ojos y temblar, porque no pudo resistirse y llegó al orgasmo.

YoonGi siguió embistiendo hasta que llegó dentro del condón y gruñó cerca de la oreja ajena de manera sensual. Jimin siempre tenía escalofríos cuando eso sucedía.

Así sobre el pecho del alfa que amaba, no le importaba lo que los demás dijeran, porque aunque YoonGi estuviera jugando con él, se aferraba de manera estúpida a disfrutar de esos momentos de intimidad que compartían, deseando que no se acabaran jamás.

—Hueles cada vez mas fuerte... —susurró el mayor mientras trazaba lineas imaginarias sobre su espalda desnuda.

Jimin lo sabía, lo sentía, por supuesto. Su celo estaba cerca y aunque sólo había tenido uno, estaba muy emocionado por ello. Nunca había deseado que algo pasara en su vida con tanta frecuencia. No tenía idea de lo mucho que su cuerpo cambiaba antes de ese proceso y sintió que sería una oportunidad perfecta para seducir al mayor y hacerle entender que ambos se pertenecían, que las parejas destinadas existían.

—Lo sé... me quedaré en la habitación si eso quieres, pero no me obligues a tomar más supresores. Hacen que me duela la cabeza.

El pálido sintió un poco de pena por la voz  del omega, sin embargo, de su cerebro no podía sacar la idea que era peligroso. Sin una marca, cualquiera podría entrar a la fuerza a su habitación y tomar lo que era suyo.

Se tensó, todo su cuerpo se detenía cuando esa clase de ideas llegaban. Incluso todo afuera, había estado muy tranquilo pero cuando los Kim se enteraran que aún tenía a su omega y que lo había tomado, una guerra estallaría frente a ellos al abrir las puertas.

—Es peligroso. No puedo hacerlo.

—Entonces marcame...

Jimin intentó detener a YoonGi cuando este se levantó de la cama para irse. Ese no era el plan. No era el plan en lo absoluto y lloró por mucho tiempo, en silencio.

¿Cuánto más podría soportar antes de que su corazón se quebrara por completo?

[***]

Las omegas de la guarida le habían dicho a YoonGi, que Jimin se negaba a tomar los supresores y aunque la mayoría de sus hombres se mantenían al margen, porque sabían que ese pequeño cachorro era suyo, era consciente que no podría contenerlos a todos al mismo tiempo cuando llegara el día más fuerte del celo.

Illicit -Yoonmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora