LA HERMANDAD DE LOS TOREROS

Las Ventas

     Para un niño de 9 años todo es grande y cualquier distancia larga, pero les juro por la ostia, que este edificio es grande... tiene no sé cuántas puertas y es de color ladrillo, su forma denota que es una construcción vieja, su letrero deja ver PLAZA DE TOROS, y un año que no sé qué significa 1929 supongo que fue cuando la construyeron, ah!! Y la bandera española ondea flamante en lo más alto, a los costados hay unas estatuas con figuras de toreros y toros.

     Mi angustia no deja de estar presente, pero este edificio llama toda mi atención y no dejo de mirarlo, así como observar sus formas y detalles, poco a poco me voy acercando a las puertas, hay muchos turistas con sus cámaras tomando fotos, se nota que es una construcción famosa

     A lo lejos escucho unos ruidos muy extraños y voces que emiten sonidos muy raros, sigilosamente y como es mi costumbre me acerco a la puerta lateral que está entre abierta, es una reja pero desde ahí no veo lo que sucede adentro, así que decido luego de mirar a los lados colarme por entre la reja e ir hasta la siguiente puerta, esta puerta está cerrada pero por una rendija veo la arena de la plaza y veo a unos niños que son más o menos de mi edad que están con una capa roja asiendo movimientos algo extraños, de pronto y por un costado veo a un niño que carga una carreta con unos cachos y los otros niños hacen movimientos con la capa sobre los cachos de la carreta, es ahí donde comprendo que es una escuela de toreros.

     La puerta de al lado por donde estaba mirando se abrió, era un hombre mayor con un aspecto muy elegante

-¿llegas tarde?

Me pregunto y yo sin decir palabra alguna pero con un gesto afirme

-anda chaval pasa y espera en las gradas a que te dejen pasar.

Sin pensarlo y con un poco de temor camine hacia un portón de madera rojo y por un lateral subí a unas gradas que me condujeron hasta unas butacas que daban perfecta visión a la arena.