Los de siempre

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     Ha pasado casi un año desde que comencé mis clases en las ventas, todo ha ido bien para mí, en la escuela las notas siguen al alza y "los de siempre" han dejado de fastidiarme un poco, aunque mi invisibilidad continua, ajustándome siempre al plan, en las horas de recreo siempre buscan tratar de agarrarme pero mis evasiones cada vez son mejores, el ejerció que realizo me ha hecho más fuerte y ágil, he notado a Jorge como me ve en la distancia, siento su mirada de odio así como su impotencia de no poder golpearme. A la salida todo mejoro notablemente, pues el transporte que me hace el recorrido me espera en la puerta del colegio, haciendo que ya no tenga que ser tan persuasivo a la hora de salir.

     Un día, Jorge solo apareció en la arena de la plaza, al parecer me siguió y no sé cómo pero lo aceptaron en la escuela de tauromaquia. Los de Siempre eran de familias de bajos recursos es por eso que su cabecilla, no sé de donde sacaría el dinero, ni como logro inscribirse pero apareció solo para asegurarse de hacer mi vida nuevamente de cuadritos, al ver a mi archí-enemigo en el ruedo me asuste demasiado y sin percatarme me orine.

     Quede paralizado por unos segundos, no puedo respirar y mi corazón se agita, siento miedo y apenas puedo mantenerme en pie, mi maestro me observa a lo lejos, se me acerca rápidamente por un costado, con su zapato tapa disimuladamente el rastro de orine que deje en la arena, se me acerca al oído y me dice que valla al burladero y lo espere tranquilo para conversar.

     Sin dudarlo hice lo que me ordeno, siento ganas de llorar pero sé que no lo puedo hacer, hace tiempo me prometí a mí mismo que no lo volvería hacer, las piernas me tiemblan y la barriga me duele, me agacho recojo mis manos y las guardo como una persona con una crisis de hipotermia, los minutos se vuelven horas sentía que en cualquier momento Jorge me iba a encontrar y me iba a golpear hasta dejarme inconsciente pues me había escapado durante mucho tiempo de sus garras.

- Chaval ¿sigues hay?

- Si maestro aquí estoy

El maestro entra al burladero me toma por los brazos y hace que me ponga de pie.

- ¿De dónde conoces al nuevo estudiante y porque te da tanto miedo?

- Jorge es el jefe de una pandilla de malvivientes que estudia en mi colegio y se encargan de causar terror entre todos los niños y de golpearme a mí de todas las formas posibles.

- Ya lo han inscrito en las clases, así que lo tendremos por un tiempo con nosotros

- No puede ser... deben de expulsarlo es un delincuente consagrado

- No puedo hacer eso que me pides, a menos que nos de motivos

- Entonces hasta aquí llego yo, no puedo continuar con el aquí, hasta luego maestro fue un honor aprender con usted.

- No puedes abandonar tu carrera, vas muy bien, ya vas a debutar como novillero y eso es solo el principio

- Lo siento maestro esto es más grande que yo

- Debes enfrentar tus miedos...

     No pude seguir, no pronuncie una palabra más y Salí corriendo de la plaza rumbo a mi casa, el miedo es el peor de los enemigos, el conoce los laberintos de nuestra mente y nos juega malas pasadas cuando menos lo esperamos.

LA HERMANDAD DE LOS TOREROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora