18. Las muchas voces de Mr. Pene.

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Tom salió antes de la ducha con una toalla alrededor de la cintura. Dejó a Hope relajarse sola bajo frías gotas de agua. Aquella pelirroja le traía loco, nunca antes había sentido una conexión tan fuerte con alguien, tanto física como psicológicamente. Se sentía desconocido, desconcertado... ¡Completamente perdido! Y aún así tenía unas ganas locas de dejarse llevar y ver qué sucedía, comprobar hacia dónde les llevaría aquello.

Sonrió sin darse cuenta mientras se vestía y cuando, unos diez minutos más tarde, oyó los pasos de Hope acercarse hacia su cuarto y la vio entrar, preciosa, aún mojada por el agua, medio desnuda envuelta en una toalla, con una sonrisa ladina y ese brillo inapagable que desprendían sus ojos, no pudo ampliar más aquella sonrisa.

- Adoro tu ducha. En serio. - Dijo ella mientras se ahuecaba el pelo sin darse cuenta de lo provocativo del acto.

- Puedes usarla tantas veces como te apetezca. - Matizó Tom, sin despegar sus ojos azules de ella. - Y no sólo a la ducha. - Murmuró el rubio abrochándose el último de los botones de la camisa que se estaba poniendo.

- Temiendo abusar de tu generosidad... ¿Me dejas algo de ropa? Es para no ponerme la sucia. - Explicó la chica mientras se sentaba en la cama intentando parecer digna con aquella toalla.

- Claro.

Cinco minutos más tarde, una Hope vestida con una sudadera enorme y unos bóxers correteaba por el piso de un divertido Tom cotilleando todo a su alrededor.

Al rubio le hacía gracia la actitud infantiloide pero provocativa de la muchacha y ella, plenamente consciente, aprovechaba esa situación para que el ojiazul le respondiera preguntas sobre los objetos de su piso, cosas de su pasado o sencillamente cualquier pregunta que le viniera a la mente.

Con esa tonta pero entretenida dinámica se tiraron un buen rato hasta que Hope, sin más preguntas que hacer, y Tom, que tenía la boca seca de tanto hablar, se espachurraron cómodamente y sin poco arte en el sofá del comedor. Ella apoyada en el pecho de él.

- ¿Quieres ver algo en la tele? - Preguntó Tom mientras jugueteaba con un mechón rojizo de ella.

- Claro. Pero elijo yo. - Respondió ella maquiavélicamente.

- Me aterras.

- Haces bien.

El primer capítulo de The night manager apareció en pantalla. Los ojos de Tom mostraron horror mientras su cuerpo se tensaba ligeramente.

- ¿No prefieres ver otra cosa? - Preguntó entre dientes.

- Nope. Prefiero verte a ti, contigo. Esto es una fantasía. - Respondió ella subiendo un poco el volumen. - ¿Te incomoda?

- No me importa verme en pantalla pero hacerlo aquí contigo es...

- ¿Te incomoda?

- Es solo que hay escenas que son un poco...

- ¿Te incomoda?

- Sí. Si estás aquí sí. - Concluyó el rubio al fin haciendo un puchero.

- Eres adorable. - Dijo Hope, girándose levemente para darle un beso en el mentón. - Sabiendo que estás nervioso lo disfrutaré más, Mr...

- Pine. - Gruñó Tom entre dientes.

- Mr. Pene. ¿Mr. Pene? - Repitió la chica extrañada.

- ¡Pine! ¡Con "i"! ¡Por Dios Hope!

Hope soltó una carcajada. Sí señor, el rubio que hacía un rato la tenía atada a la cama se avergonzaba de una nimiedad como esa.

- Está bien, Mr. Pine con "i". Sólo déjame decir que de la otra manera se te adapta más. - Y sin esperar respuesta le dio al play.

Con una sincronización perfecta, el teléfono de Tom sonó en su cuarto.

- Hope, muévete. - Dijo susurrando en el oído de la chica.

- ¿No puedes esperarte un rato? A que acabe el capítulo aunque sea. - Preguntó ella sin quitar los ojos de la pantalla. Tom iba a ceder pero al ver que la escena se calentaba puso cara de consecuencia.

- Nope, ya. - Y se levantó. - Puede ser algo importante. - Se excusó.

- Está bien. Me quedaré con Mr. Pene calenturiento...

- ¡Señorita! ¿Con esa boca besa usted a su madre? - Dijo Tom fingiendo sobresaltarse.

Finalmente se fue a su cuarto, donde tenía el teléfono, sonriendo de medio lado al oír la risotada de Hope ante su último comentario.

Desbloqueó el aparato y comprobó que efectivamente acababa de recibir un mensaje de trabajo. De su representante, para ser más exacto.

"...así que queda confirmado su nuevo papel en el metraje. La grabación, según órdenes del director será peculiar debido a la naturaleza del film, por ende, se requiere que en tres semanas esté volando a Nueva Zelanda. No se ha comentado aún cúanto tiempo se estará rodando pero se estima que es un proyecto largo.

Felicitaciones.

Recordarle que..."

Acabó de leer rápidamente. ¡Aquello era una maravilla! ¡El papel era suyo! ¡En menos de un mes estaría volando a Nueva Zelanda y...! Y dejaría a Hope sola durante mucho tiempo mientras él estaba en el otro lado del globo. Literalmente.

Se sentó en la cama. El rictus serio. Tres semanas.

Tenía tres semanas para aclarar con Hope y consigo mismo la naturaleza de su relación. Renunciar al trabajo no era una opción así que habría que ver cómo se desarrollaba la cosa con la pelirroja.

Le dio un puñetazo a la pared. ¡Joder! Estaba más cabreado de lo que debería. De hecho, no debería estar cabreado. Se sentía como un bobo adolescente incapaz de poner en orden su cabeza.

Apagó el teléfono y respiró profundamente. La dura expresión de su rostro se suavizó al ver, doblada sobre la cama, la ropa de Hope. ¿Se podía saber qué demonios le estaba haciendo aquella chiquilla pelirroja?

Le echó una última mirada al teléfono y se dirigió al comedor de nuevo, con sigilo, apreciando sin ser notado el contorno de Hope, la cual, sentada como un indio, abrazaba contra su pecho un cojín. Su cabello resplandecía, se había medio secado al aire y le daba un toque alocado pero tierno.

Se aclaró la garganta mientras se acercaba al sofá.

- ¿Todo bien? He oído un golpe. - Preguntó Hope.

- Se me ha caído una cosa. Tranquila, todo va perfecto. - Respondió él agradecido de que la chica mirara el televisor en vez de a él porqué sino, tenía claro que se habría dado cuenta de que su sonrisa no le llegaba a los ojos.



¡¡Hola!! Esperamos que os esté gustando hasta ahora la historia. Muchísimas gracias por leerla, comentarla y votarla. Vienen capítulos intensos y de altibajos emocionales, así que recomendamos que vayáis haciendo acopio de pañuelos. Hasta la semana que viene💕.

¿Otra vez tú? - Tom Hiddleston.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora