"ELLA" (PARTE 2)

1.

LOS ÁNGELES

Cinco años después

Me remuevo en la extendida cama, a mi lado, dándome la espalda está el cuerpo desnudo de ella.
Parpadeo un par de veces para ver con claridad.
¿Estoy alucinando?
No, es ella.
Maca se gira hacía mí y abre los ojos.
Veo cómo mueve los labios pero no la escuchó, no puedo escuchar su voz.
De pronto ella se levanta de la cama y camina fuera del cuarto y voy detrás de ella gritando su nombre, pero ella no me escucha o no quiere hacerlo.
-Maca, Maca.
De pronto ella se detiene y me mira, está llorando.
Yo intento acercarme a ella pero ella retrocede, tal y cómo esa noche.
De nuevo veo su boca moverse pero no puedo escucharla.
-Maca, no te puedo escuchar -Le digo desesperado.
-Me engañaste. -Me grita.
-No, Maca.
Ella sale corriendo de la habitación y voy detrás de ella, ella sale del edificio y cuándo estoy apunto de acercarme un auto se la lleva, el auto la ha atropellado.

"No, no, no"

"Santiago, despierta"

Abro los ojos y encima de mí está Oriana.
-Amor -Me dice.
Yo la abrazó.

(-)
Oriana pone una taza de té frente a mí, y se sienta a mi lado.
-Hacia mucho tiempo que no tenía estás pesadillas -Le digo sincero, y es que hacía mucho que no soñaba con Maca, me pasé un año y medio enteró sin poder dormir por tener esa clase de pesadillas, pero al conocer a Ori el dormir con ella me ayudaba a poder descansar. No entendía por qué después de tanto de pronto había soñado de nuevo con Maca.
-No sé, quizás fue por la película que hemos visto -Me dice Ori.
Y es que antes de dormir hemos visto una película de terror.
-Quizás y sí -Le digo. Ella pone su mano en la mesa y veo aquel bonito anillo que le he dado -Te sienta bien el anillo, queda contigo.
Ella me sonríe.
-No me creo qué me hayas pedido matrimonio. -Me dice tímida.
-¿Por qué? No es cómo qué yo soy Brad Pitt -Me río y ella hace lo mismo.
-No, pero eres una estrella, te siguen millones y eres muy famoso. Es un sueño -Me dice.
-Nada se compara en tener a alguien cómo tú.
Y la besó.
Ori es muy especial para mí, me ayudó en mi peor momento y estuvo conmigo cuando más necesitaba amor.
Me sacó de aquel hoyo de alcoholismo dónde me metí. Estaba cavando mi propia tumba.
El sonido del teléfono hace que nos separemos. Ambos nos miramos extrañados pues es muy tarde, aún es de madrugada.
-Yo contestó -Me dice Ori.
Yo me dedico a tomar el té que Ori me ha preparado.
-Santi, es-es para tí -Me dice, su voz y su cara han cambiado.
Tomó el teléfono y escuchó la voz de mi padre del otro lado del teléfono.
-Santiago, tienes que venir a casa -Me dice.
-¿Que pasa? -Le preguntó.
-Es tú madre, quiere verte antes de partir...