Hasta el final.

Capítulo 2 "Omega"

En su fría celda solo le hacía falta comenzar a contar los días, escuchaba el golpeteo de los zapatos de su compañero de celda sobre el muro, ¡Ah!, cuanto es que deseaba en esos momentos de poder poseer un punzón y clavarselo en cada pie, para que de ese modo dejara de hacer ese molesto ruido, se cubrió los oídos con la almohada, intentando dormir, pero apenas cerraba los ojos, la mirada aterrada de aquel que alguna vez le hizo feliz, le venía a la mente, atemorizándole, causándole las más terribles pesadillas jamás soñadas por alguien tan puro como él, su compañero entonces se incorporó, acercándosele lentamente.

– ¿Por qué un omega asesinaría de esa manera a su amo? –Le pregunto –Responde, ¿La tenía pequeña acaso? ¿No le funcionaba o tenía que tomar viagra para poder levantarla?

– No lo comprenderías, un beta como tú no entendería el amor que nos unía a ambos –Expreso Huaisang –Nadie comprendería el dolor que estoy sintiendo por anhelar ser libre.

Ruohan fue convincente con sus palabras, no solo por el hecho de querer a un omega en su familia, sino porque aquello que proponía no era un arreglo económico, no en esos momentos, donde la estabilidad económica de su familia recaía meramente sobre él; Aceptar que su hijo tuviera tratos con el hijo de su ex jefe no era venderlo, ¿Cierto?, tal vez ambos quedaban como buenos amigos y vaya que a el pequeño Huaisang le vendrían bien más amistades, no porque no considerara a Jing Guangyao como un amigo de su hijo, es solo que el muchacho algunas veces solía pelear tanto con Huai que le hacía creer que su amistad era algo endeble y efímera, estrecho la mano de Ruohan y tranquilamente abandonó aquella oficina, dejando detrás a los dos alfas que solo se miraron significativamente.

– ¡Lárgate, fuera de mi vista! –Gritó a su hijo –Estuviste a punto de echarme a perder todos mis planes, de no ser porque naciste siendo de la elite de alfas, ya te habría matado con mis propias manos, mocoso inútil, más te vale hacer bien las cosas.

– ¡Si tanto necesitas un heredero, haz que Xu se divorcie! –Grito a su padre, el cual le asesto dos bofetadas que le hicieron caer de espaldas por el impacto, miró a su progenitor, el odio con el que le veía le helo la sangre, paralizándolo, su aura de alfa ahogaba cualquier movimiento que pudiera tener, era como si aquel ser intentara asesinarlo solo con la dominación, Chao solo se limitó a bajar la mirada, tratando de recobrar el poco aire que sus pulmones lograban recibir –Como desees padre, te prometo que haré de ese omega, mi perra.

– ¡No solo quiero que sea tu perra, quiero que me des un nieto fuerte! –expresó regresando a su sitio, tomando los documentos como si nada, Wen Chao salió de la oficina dando trastabillas, sujetándose la garganta e inhalando hondo –Ahora debo hacer que Mingjue cobre el maldito cheque, así me deberá hasta las anginas de sus hijos menores.

Por otro lado, en un viejo edificio que sería demolido pronto, Wei Wuxian jugueteaba trepado sobre un árbol de manzano, miraba de vez en vez su reloj de pulso, corto una de las manzanas y la limpio sobre sus ropas, sentándose en una firme rama –Cheng cheng ya se tardó mucho, probablemente la vieja Lingjiao está metiéndolo en broncas de nuevo –Se decía, escuchó ruidos provenientes del otro lado del muro, por lo que despacio se arrastró por la rama para asomarse a ver de quien se trataba, mordió la manzana, arrancándole un gran trozo.

– ¡Quieres callarte, Minshan, estoy harto de tus constantes berrinches, regresa con tu maldita madre de una buena vez, además creo haberte dicho que aun cuando lleves la misma sangre que yo, eso no te hace merecedor de mi respeto! –Exclamó un jovencito de cabellos negros bien peinados y ojos azules, Wei Wuxian lo reconoció enseguida más prefirió seguir escuchando aquella discusión antes de intervenir.