—¿Ahora me odias? Pero antes me pedías que te ayudará con tus problemas. —Dijo Da Shie a un ofuscado Huaisang. El castaño se hallaba empacando sus cosas dentro de su maleta, y en algunas cajas de cartón, ese mismo día abandonaría el departamento que compartía con el que fuera su amigo en prisión.
—No te odio y te agradezco mucho tu ayuda. Me iré a casa de mi padre, ha estado solo desde que mamá lo abandonó y me preocupa mucho. —Expuso el menor. Cerró su maleta y se dispuso a partir, siendo tomado por el brazo bruscamente. —¿Qué haces, Da Shie? ¡Suéltame!
—¿Te irás con el tipo que te golpeaba solo por ser omega? ¿Ya se te olvidó que te vendió con los Wen por unas cuantas monedas?
—¡Da Shie, mide tus palabras! Mi padre no me vendió y en todo caso no sé por qué debo darte explicaciones a ti. —Dijo soltándose. —¿Quién miente más aquí? Ya sé que trabajas para Wen Ruohan y que solo me estuviste engañando todo este tiempo. Nunca fuiste un amigo sincero.
—¡Huaisang! —Grito Da Shie segundos después de que el castaño abandonará el hogar. Intento correr detrás del chiquillo, pero antes de acercarsele, noto a Mingjue en el pasillo. —Ruohan va a matarme.—Pensó.
—¿Es todo, hijo? —Cuestionó Mingjue a su hijo, ayudándole con las cajas. El menor asintió y le sonrió. —Vamos a casa, pensemos que comeremos en el camino.
—¿Aprendiste a cocinar sólo? —Preguntó asombrado el menor. La mirada sorprendida de su padre le dió la respuesta que quería. —No te preocupes, yo sé cocinar. Prepararé algo delicioso.
—Tengo mucho que retribuirte, Huai. —Musitó.
El castaño negó, sólo deseaba ir a un lugar que fuera cálido y pudiera sentirse seguro, ya que importaba si le retribuían o no todo lo malo por lo que había tenido que pasar. Su prioridad era poder iniciar de nuevo y estar en paz.
—Papá, esta tarde cité a mamá cerca del colegio al que iba Xue Yang. ¿Quieres venir conmigo?—Cuestionó Huaisang.
—No sería correcto. Cangse no quiere verme...
—Pero ¿Y si le explicamos todo? No creo que mamá se niegue a escucharme. Al menos debe permitirte el derecho de réplica. —Expresó el muchacho. Era tanto su afán de arreglar su vida, que deseaba hacer lo mismo con la situación de sus padres. —Mereces que mamá te escuche.
—Todo a su tiempo, por ahora es tu turno de ver y estar con tu madre. Arreglaremos mis problemas después. —Dijo Mingjue a su hijo. —Cangse estará emocionada al verte. sé que estuvo mucho tiempo esperando este día, realmente le preocupabas mucho.
—Si, supe por WeiWei, que mamá quería verme y estuvo insistiendo mucho en ir a la prisión pero el abogado que RuoHan me contrató, no le permitió ir. De hecho en parte estuve de acuerdo en que no me vieran, no quería que notaran lo derrotado y patético que me veía. —Dijo el menor. Se detuvo unos instantes, pues recordaba como dentro de su celda, solo esperaba el día en que le dictaran sentencia. Recordó el ánimo de sus compañeros cuando el día de visitas llegaba, pero la emoción de estos no se notaba en su actitud. Seguía pensando en que solo era una mancha para su familia y que no merecía ser amado por ellos.
—Huaisang…
—No pensemos en cosas tristes, mejor hablemos sobre el futuro, papá. —Expresó mientras miraba al frente, como si pudiera imaginar la vida que seguía ahora que era completamente libre del yugo de Wen Chao. —Tengo la intención de continuar mis estudios.
—Si ese es tu deseo, haré lo que pueda para que lo cumplas. —Dijo decidido su padre.
—No busco que me auxilies, solo que me des ánimos para no abandonarlo apenas sienta que estoy fracasando. Supe por Wei Ying, que la familia Lan hizo que abrieran un pequeño apartado en el colegio Gusu donde estudiaban WangJi y Xichen para que los omegas pudieran seguir con sus estudios, siendo instruidos por otros profesores omegas. —Narró emocionado. —Quisiera intentarlo, al menos terminar la educación media.
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Hasta el final.
FanfictionNie Huaisang era un muchacho alegre y despreocupado que solo anhelaba ser libre, pero su libertad era cortada por su segundo género... él era un omega, uno en un pequeño pueblo donde para muchos el joven sólo generaba lastima. Hasta que un mill...