ESPECIAL I

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NamJin


El dolor en su cabeza resultaba insoportable, tenía la visión borrosa, podía sentir su cuerpo más relajado a unas horas antes, pero el dolor seguía allí, así como la angustia de estar con su amigo.

Sabía que su cuerpo no resistiría a siquiera dar al menos un paso, sentía dolor por todas partes, pero eso no importaba mientras su querido amigo se encontrara bien; abrió los ojos tratando de acostumbrarse a la luz, al tener total lucidez pudo observar que no estaba en la asquerosa habitación donde ese hombre lo había metido, en cambio, estada en una habitación en tonos oscuros.

Las cortinas estaban completamente cerradas pero una luz tenue atravesaba por estas, permitiendole observar los muebles en tonos negros del fondo, en la mitad se encontraba un candelabro de techo hecho de cristal, la mayoría de luz venia de aquel hermoso objeto, no supo cuanto tiempo estuvo observando cada detalle, hasta que el sonido de la puerta ser abierta lo alerto.

El rubio que se encontraba en el marco de esta lo miraba con una ceja alzada, como esperando algo de él, pero no sabía a ciencia a cierta que deseaba, pero al ver su mirada profunda y su figura imponente solo pudo bajar la mirada avergonzado, el sonrojo en sus mejillas no paso desapercibido por el rubio.

Una sonrisa cínica se instauro en su rostro y supo que deseaba hacerlo avergonzar más seguido. Llevaba días cuidando el hermoso cuerpo del hombre en la cama, después de lo que Juni hizo no fue capaz de retirarse de su lado. Las heridas eran tratadas cada cierto tiempo, pero este al ser humano tomaba mucho tiempo en sanar. Estuvo tentado a morder el blanquecino cuerpo, pero no lo haría, no si él no se lo pedía.

Clavo sus ojos en las heridas que tenía en el rostro, no podía creer que después de todos los golpes que había recibido este seguía viéndose simplemente perfecto. Hipnotizado se acerco lentamente a la cama, esta era de estilo king, y la gran diferencia al resto de la habitación eran sus sabanas que eran de colores pastel, contrastando con el decorado refinado en el lugar.

-¿Cómo te sientes?-Se sentó en el borde de la cama, quedando de frente al chico.

-Adolorido-Namjoon sonrió tras el comentario de Jin, este quedo embelesado por los hoyuelos que se mostraban en sus mejillas, deseaba tocar su piel, y aquella sensación solo lo aterro.

-Estarás bien dentro de unas semanas-El rubio acercó su mano a la frente de Jin, sin saber que este sentía su piel arder al mínimo contacto, pero en cambio de sentir dolor en su cuerpo se lleno de satisfacción, deseaba que lo volviera hacer.

No sabía porqué había tenido aquellos pensamientos, pero nada saldría bien con ello, debía alejarse pero sin saberlo ya estaba siendo reclamado por el rubio.

-¿Dónde estoy?-El rubio sabía que tarde o temprano le preguntaría, pero esperaba que fuera tarde para ello.

-En casa del líder YoonGi-Jin no sabía sobre aquel hombre, no lo había visto pero el nombre le resultaba extrañamente familiar.-No puedes salir de aquí hasta que estés totalmente recuperado.

Sus palabras lo helaron, él tenía una vida, amigos y una familia que lo necesitaba, no podía desaparecer por varias semanas. 

-Debe ser una broma, debo volver a mi casa-El rubio no quería reclamos se sentía agobiado con todo lo que había pasado, el anuncio de la muerte de YongSu le dejo un mal sabor y un dolor de cabeza. No quería servir de niñero, pero YoonGi le había dejado muy en claro cuidar de este hasta que se encontrara en total recuperación, aunque algo dentro de él si deseaba quedarse a su lado.

-No esta a discusión, te vas a quedar y punto-El rubio se levanto de la cama para irse, pero una mano en su muñeca lo detuvo.

-¿Taehyung?¿Cómo esta?-Namjoon quedó sorprendido por su pregunta, esperaba que este reclamara por irse o preguntara por el tiempo que llevaba allí, o al menos por un medico; no espero que preguntara por otra persona.

-Él esta bien, Jungkook lo esta cuidando-Jin agacho la cabeza pensando en el peligris, no sabía en que estaba metido él, pero por lo que alcanzaba a recordar Juni hablo con él sobre Taehyung, aunque no recordaba muy bien sobre que hablo.-Él esta preocupado por ti, debes recuperarte para verlo.

Jin se sintió extraño desde esa tarde, llevaba días en esa casa, aproximadamente dos semanas; aunque tomando en cuenta lo que estuvo dormido, tal vez más. El rubio se había portado muy frío con él, pero en algunas ocasiones se preocupaba mucho por su salud, haciéndolo ver más tierno.

Debía irse a su hogar, pero debía admitir que estar en aquel lugar con Namjoon le estaba gustando; él era atractivo, con buen cuerpo, alto, su color de piel canela le daban ganas de pasar las manos por todo su cuerpo, admirando cada detalle y los hoyuelos que se acentuaban en sus mejillas solo lo incitaban a tocarlos, debía estar en un sueño del cual no quería despertar.

-¿Cómo te sientes?-El rubio le preguntaba aquello todos los días al despertar, por más que respondiera que se encontraba bien, este no creía en su palabra y es que era muy malo mintiendo, su cuerpo aun dolía aunque los moretones ya estaban sanando aun estaba resentido.

-Mejor- Y era la verdad, no se encontraba adolorido, en cambio, estaba de muy buen animo y quería levantarse de esa cama-¿Puedo salir?

-Sabes que...

-Lo sé, al menos solo salir de esta habitación-Jin lo interrumpió, deseaba salir de allí, pero él no se lo permití esperaba que esta vez sí.

Largos minutos pasaron en lo que Namjoon pensaba qué hacer, no sabía si Jin sabía sobre su naturaleza y si salían de aquella habitación, notaría a los vampiros que se esconde en la sombra.

-Esta bien-El rubio cedió, al mirar los ojos decaídos de Jin sintió de alguna manera que deseaba complacerlo en todo lo que pidiera; al ver la sonrisa en el rostro de él supo que hizo lo correcto y que deseaba seguir viéndola.-Te ayudo a levantarte.

Jin estaba definitivamente en un sueño, se encontraba recorriendo los pasillos de esa mansión, todo estaba decorado con artilugios antiguos, aunque no era conocedor de ello por lo que se notaba costaban demasiado; el rubio lo tenía sujeto de la cintura, podía escuchar su respiración, y el tacto mandaba un cosquilleo en la zona.

Pero un pensamiento negativo pasó por su cabeza, ¿Qué pasaría cuando se recuperara?¿Volvería a su casa?¿No lo volvería a ver? Preguntas como esa se arremolinaron, y sin saberlo detuvo el paso alarmando al rubio a su lado, pudo notar como Jin agachaba la cabeza, algo muy común en él; y como el sonrojo se instalaba en su rostro llevando al límite al rubio, la mordida que daba en su labio inferior solo lo incitaba.

Deseaba tocar aquel cuerpo, llevarlo al límite, a ambos; su cuerpo actuó por si solo, tomo el mentón de Jin haciendo que este lo viera, deseaba ver esos ojos avellana que tanto pedían por él, pero eso solo lo sabía él; sus respiraciones chocando, el calor de su cuerpo envolviéndolos en una burbuja que solo era para ellos, sus narices tocándose levemente al igual que las comisuras de sus labios rozándose, hasta que el rubio acerco sus labios en un movimiento sutil, suave, lento y con un revoltijo de sensaciones.

Ambos estaban hipnotizados por el otro, el rubio tomando la delgada cintura del otro y Jin tocando los cabellos de la nuca de este, el beso paso a ser uno más necesitado, la burbuja en la que estaban se volvía cada vez más pequeña, asfixiandolos de tal modo que les costaba estar juntos, pero anhelando el cuerpo del otro. El calor de su cuerpo se volvía más potente, pero debían parar, aunque no lo desearan realmente.

Los días eran así, ambos con emociones escondidas por el otro, pero diciéndose todo con sus besos, el rubio no deseaba que Jin se fuera, y este ultimo deseaba quedarse, al estar los dos en total acuerdo, sus cuerpos actuaban por si solos, necesitando al otro, llevándolos al abismo del cual no podrían salir, pero al menos estaban los dos ¿No?, estaban envueltos por el amor que se brindaban, pero a la vez sufriendo estando juntos, amaban el dolor.



Blood, Love And Tears⭐KookV ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora