ESPECIAL II

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⚠ Advertencia ⚠ 

Abuso físico y sexual

🚫Leer bajo tu responsabilidad🚫


Estar al borde del dolor era indescriptible, su cuerpo temblaba, aquella sensación de enojo mezclado con temor se instalaba en su cuerpo; debió hacer caso, pero él con su sonrisa lo hipnotizaba y aquellos ojos le llevan al borde, no recordaba la ultima vez que se sintió de atraído por alguien realmente, o mejor dicho nunca lo hizo, pero ahora al tener sus cuerpos imponentes cerca de él lo llevo al abismo; pero no sabia que sería su destrucción.

No midió el peligro que lo acechaba, ahora solo las lágrimas eran su consuelo, aferrarse a su cuerpo era su única salida, pero no lo iban a dejar, la humillación era presente en su cabeza, así lo sentía, la desnudez en su cuerpo era la evidencia, así como las marcas presentes en este.

Pero aun no habían terminado, tenían pensado otras cosas y aquello lo aterraba, solo el pensar como pudo desobedecer lo hacía sentir como un idiota, no debió hacerlo, se lo advirtieron, no debió acabar con esa poca paciencia, pero no podía seguir pensando en el qué hubiera pasado sí, ya no tenía escapatoria y el dolor solo hacía que lo recordara.

Las manos tibias recorrían su piel, aquel tacto en su momento hubiera sido bien merecido pero ahora solo sentía terror, por lo que por instinto alejo su cuerpo, a la vez tratando de protegerse, pero sin lograrlo realmente.

-No te alejes, será peor-Su voz demandante se escuchaba por toda la habitación, el terror seguía ahí pero escuchar su voz de alguna manera era reconfortante.

-Jiminie acércate-Estaba de pie a su lado, pero aun así pudo sentir como las palabras eran dichas en su oído, un escalofrío recorrió su espalda al ser tocado por el pelirrojo.

-Jimin debes hacer caso-Lo tomo del cabello acercándolo al azabache, este se puso de cuclillas tomando su mentón.

-¿Sabes lo que hiciste?-Asintió rápidamente sintiendo como el agarre se volvía cada vez más fuerte haciéndolo jadear de dolor, sabía dejaría marcas-¿Te arrepientes?.

De nuevo solo pudo asentir, aunque creía que estaba siendo castigado severamente, debía mostrar respeto, ahora estaba en sus manos y aunque quisiera odiarlo, no podía y se odiaba así mismo por ello.

-Debiste ser cortes- Esta vez hablo el pelirrojo que lo tenía sujeto del cabello, debía mostrar respeto hacía él, aunque no deseaba hacerlo o ¿si? 

Su cabeza era un revoltijo, al igual que sus emociones, en su momento sintió celos por lo que no midió sus palabras y sus acciones, ahora se arrepentía de actuar sin pensar, pero el azabache debió ser más suave con él, después de todo lo amaba ¿No?

O así quiso creer hasta que lo vio con él, no supo describir la sensación que sintió, por un momento sintió enojo, luego vinieron los celos que lo dejaron ciego, luego la tristeza y por ultimo lo que sentía en ese momento, inseguridad, además del dolor en su cuerpo.

-¿Sabes? Eres muy hermoso-No supo describir lo que su cuerpo sintió y por un momento se sintió ¿Feliz? Con el comentario del pelirrojo, pero no sabía el por qué-Me encantaría tocarte.

Pero aquellas palabras tenían un lado oscuro, aunque el más bajo no lo sabía; solo pudo sentir como era sujetado de las muñecas por el azabache para luego sentir como el látigo golpeaba en sus piernas, el dolor se acentuó de nuevo y un jadeo junto con las lágrimas no demoraron en salir.

Los pequeños puntos de sangre estaban en toda la parte baja de su cuerpo, sus piernas al igual que sus glúteos estaban llenos de estos, no paraban, algo que solo hacia doler su pecho. Solo se preguntaba cuándo pararían, pero por lo que sus ojos destilaban lo estaban disfrutando, se sintió asqueado e indefenso, pedir ayuda ya no importaba, el dolor en su garganta estaba ahí, el collar que tenía no solo le impedía respirar con regularidad también le hacia doler al intentar hablar, todo era un caso perdido.

De nuevo los golpes, su cuerpo estaba lleno de estos, sintió cuando pararon y por un momento pensó que sería libre, pero le amarraron las muñecas, al igual que ponían una corbata en sus ojos, privándolo totalmente de la vista.

La oscuridad le dio más terror, no saber que podían hacer lo hacía temblar, y así lo notaron los dos hombres presentes, ambos estaban en total dicha por él, ambos estaban en el abismo junto a él.

Los golpes se hacían más fuerte y el olor a sangre más potente, los gritos ahogados eran música para sus oídos y ver su rostro con un sonrojo, sus labios hinchados de tanto morderlos y sus mejillas cubiertas por las lágrimas, era toda una belleza, pero le estaban haciendo daño, lo estaban destruyendo.

Sintió como sus piernas eran abiertas, intentaba zafarse de aquel agarre, tenía miedo y su cuerpo así lo hacía notar, el temblor en él era la evidencia, deseaba que acabara rápido pero aun así no dejaba de luchar, hasta que sintió como un dedo era introducido de una estocada en su entrada, le dolió, el ardor se hizo presente y las lágrimas seguían derramándose por sus mejillas.

Otro dedo fue introducido, el ardor seguía ahí al igual que sentirse siendo violado, no quería, pero no podía hablar, no paraban y lo aterraba aun más hasta donde podían llegar.

Luego una corriente recorrió su espalda baja, pasando por su cuerpo situándose en su vientre con un cosquilleo que se mantuvo ahí, el azabache toco su torso recorriendo cada parte de este, pero parando en la protuberancias rosadas que se alzaban a su merced, toco de estos hasta que estuvieron totalmente rectos.

Sentir como su cavidad era invadida sin su consentimiento era horrible, pero saber que de alguna manera lo estaba disfrutando lo aterraba, aquel cosquilleo seguía ahí, él tocaba su próstata sin ningún pudor, haciéndolo de una manera dolorosamente deliciosa obteniendo gemidos de su parte, pero a la vez disipando el dolor que sintió segundos atrás, aquella sensación no era normal, al menos para el más bajo.

Todo era nuevo para él y el terror seguía grabado en todo su cuerpo, pero a la vez el placer seguía allí, no podía solo alejarlo aunque no sabía porqué su cuerpo reaccionaba de aquella manera, su espalda se curvo al sentir como de nuevo tocaba su punto dulce, estaba perdido, sus lágrimas ya no eran de dolor, en cambio estas eran de puro placer.

No noto que tenía una erección hasta que el pelirrojo la toco, lo masturbo de una manera experta, sentía su orgasmo cerca, pero a la vez sentía su piel arder enviando un cosquilleo más potente a su cuerpo, todo dio resultado al orgasmo más largo que había tenido en su vida.

-¡Aghhhhh!-Al fin pudo gritar, pero sentía como sus cuerdas vocales eras desgarradas, se sentía extraño y lo único que quería eran mimos, no sabía por qué o de quién solo quería recibir un poco de cariño, se sentía inseguro, solo, pero al percibir como era retirada la corbata de sus ojos y los labios que daban pequeños besos en estos se sintió de alguna manera querido.

Los besos eran repartidos por todo su cuerpo, tanto el azabache como el pelirrojo dejaban en claro el cariño que le tenían, no sabían desde cuando Hoseok cayó por aquel joven de abultadas mejillas, pero de igual forma estaba ahí, los dos estaban dándole la protección luego de haberlo destrozado, ahora los tres se encontraban de cierta manera destrozados, pero amándose como nadie, claro era una sensación extraña y nueva para Jimin, pero no podía negar que le gustaba.

El vacío en su corazón era de alguna manera reconfortante cuando estaban juntos, pero llenándose con cada golpe y cada caricia brindada, con cada pedazo roto.


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Ahora sí todo termino, quiero agradecerles por estar ahí con esta historia, son demasiado importantes para mi.

Empecé esta historia como inspiración de mi libro favorito, no pensé que llegaría tan lejos, el inicio solo estaba pensada unos pocos capítulos luego fue desarrollándose y me costaba terminarla, cada vez tenía más ideas pero creo que era mejor terminarla así.

Gracias de corazón por seguirla y espero puedan seguir mis otras historias que no demoraran en ser publicadas... Lxs quiero
 Nos leemos pronto 😘✨

Blood, Love And Tears⭐KookV ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora