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Días después...

Tae no dejaba de pensar en el tipo de la otra noche, no se explicaba como deseaba volver a tenerlo cerca, estar entre sus brazos y respirar su aroma tan hipnotizante; pero había algo extraño en él, algo que no podía explicar. Sus ojos oscuros detonaban un vacío, no tenían brillo y cada que se acordaba de ellos un escalofrío recorría todo su cuerpo.

Pero aun así la curiosidad le ganaba a su parte racional, quería saber de donde salia esa sensación de deseo y lujuria cada que recordaba su formado cuerpo, estaba perdido, sentía miedo pero este no era más grande que sus ganas de saber quien era.

Él pasó toda su vida en ese pueblo y podía asegurar que no vivía allí; la única manera de que así fuera es que estuviera viviendo en la mansión Jeon, algo que no tendría lógica ya que nadie ha vivido allí por más de cuarenta años, más pensamientos como estos no dejaban de rondar por su cabeza no dejando que se concentrara en su trabajo, el cual consistía en tomar y editar las fotos para el periódico de la ciudad.

Tae quería ver a Jungkook, se estaba convirtiendo en una necesidad para el peligris, pero no sabía donde buscarlo o como verlo, pero de algo estaba seguro estaba dispuesto a encontrarlo, ya que este se adueño por completo de los deseos de su cuerpo y de sus pensamientos más oscuros e indecentes, necesitaba estar con él, nunca nadie se había adueñado de sus sueños más húmedos y si que los había tenido pensando en él, en todo él.

El ultimo mencionado, estaba igual o peor; había adoptado una actitud acosadora y adictiva con el chico de complexión delgada, no dejaba de pensar en él, en sus ojos color miel que te podían llevar al mismo infierno si así lo quería, pero no se podía negar a hacer todo lo que él le pidiera, no podría negarse a nada, ansiaba poder tenerlo en su cama, entre sus sabanas, tenerlo acorralado en un placer doloroso, un placer que podía llevarlo al paraíso y devolverlo con un solo roce de sus cuerpos.

Estaba loco por él, anhelaba estar encima de su cuerpo, hacerle todo lo que su retorcida mente le brindara, deseaba practicar todo tipo de cosas con él y se estaba muriendo de ganas por envolver sus manos en su cintura de nuevo, pero esta vez tomar toda su figura, cada vez que lo veía de lejos, no podía retener sus pensamientos impuros, él ya sabía la mayoría de información sobre Tae, era una criatura de la noche, un demonio en un cuerpo atractivo, no le gustaba en lo que su vida se convirtió pero no podía escapar de ella, solo debía seguir su parte racional, y le estaba costando seguirla debido a ese hermoso chico. 

Después de la noche en que sus cuerpos estuvieron unidos pudo acordarse en donde había visto esos ojos, pero nunca pensó que podía de verdad existir; ya se había rendido muchos años atrás para encontrarlo, pero al fin que lo tiene no iba a permitirse el perderlo; decidido a estar con el peligris, espero hasta el fin de semana para poder verlo en el lugar en que lo conoció.

En el camino, las calles estaban demasiado oscuras y solitarias, algo que amaba desde que su vida se convirtió en un desastre, le encantaba estar solo, disfrutar de una noche de luna llena en donde las bestias más temidas salían a cazar. Llego al lugar, pasando desapercibido de entre la multitud, se sorprendía de cuantas personas rechazadas se encontraban en ese pueblo, y allí entre las personas que bailaban lo encontró, esta vez bailando con otras dos personas aparte del amigo de la vez anterior.

No quiso perder el tiempo, pidió un whiskey disfrutando del ardor en su garganta, dejo el vaso de lado acercándose a su futura conquista, este se encontraba de espaldas a él,lo tomo de la cintura acercándolo a su cuerpo, oliendo el dulce aroma que su cabello emergía, el peligris dio un respingo volteando un poco el rostro, pudo reconocerlo, el chico de la otra noche, el cual no abandonaba sus pensamientos.

-Hola lindo-Su un poco grave voz le hizo dar un escalofrió por todo el cuerpo, se aferro más a su cuerpo, comenzando a bailar un poco más provocativo y agradecía al Dj de ese lugar que pusiera una canción sensual y con algo de electrónica.

-Hola guapo -Respondió dando la vuelta para poder ver directamente su rostro, no se resistió y ubico sus manos en el cuello del más alto, haciendo un movimiento de cadera suave.

Estaban en su propio mundo, solo existían ellos, estaban demasiado distraídos para que Tae notara que sus amigos comenzaban a irse dejándolo solo con aquel desconocido que le hacia perder la cabeza y desear someterse ante él. Poco a poco ambos caían rendidos ante el otro, hasta que redujeron el espacio entre sus rostros que quedaba, empezando a darse un beso lento, sensual y lujurioso, querían más, si que lo deseaban, se deseaban con locura y no se harían esperar más.

El beso comenzó a tornarse desesperado, el primero en separarse fue el más bajo con la respiración agitada, tomo la mano de Jungkook alejándose de la pista de baile, se dirigieron a la salida

-Sacame de aquí-Fue lo único que dijo Tae antes de que Kook lo llevara a su casa, la cual estaba ubicada a la salida del pueblo. Llegaron a esta antes de lo esperado, la lujuria los dominaba, se unieron en un nuevo beso desesperado, el sonido obsceno era lo único que se escuchaba por toda la habitación.

Ambos con un único deseo esa noche, caer rendidos el uno al otro, recorrer sus cuerpos con lascivia, después de todo lo que hicieran esa noche, no se iba a volver a ver, solo era una noche con la persona que les dominaba el cuerpo y la mente, pero... 

¿Podría su parte racional dominar sus deseos más profundos?

Ninguno sabia la respuesta solo querían disfrutarlo aunque sea una noche, al menos así quería Tae, pero lo que no sabía es que Jungkook tenía un plan por delante en el que él es el protagonista...

Capitulo corto, lamento acortarles el lemon pero este capitulo va dividido en dos partes

Gracias por leer

Nos leemos mañana 

Blood, Love And Tears⭐KookV ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora