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Bebí otro sorbo de mi lata evadiendo la mirada. -Esta buena la pizza ¿No?-agarré otra revanada. -Te ha gustado ¿Eh? Asentí ya que ahora mi boca estaba ocupada con el gran trozo (de pizza, no sean cochinas 😏😂) -Eres una chancha-rió apenas, no era la primera vez que me lo decian y no me enfadaba. -Lo sé-hablé al acabar-¿Todavía prefieres a una chica así como yo? Asintió apenas sin borrar esa calida sonrisa. -Miles de veces. -Una dato importante si quieres conquistarla, dale mucha comida y será feliz. -Lo tendré en cuenta. -Y bueno ¿A ti que tipo de mujeres te gustan? -Cuando tenía 18 años me gustaban las mujeres de buen cuerpo con grandes pechos y traseros firmes.
Vaya respuesta.
Pensé irónica. -Avanzando el tiempo me di cuenta que no solo se trata de la belleza externa, sinó de la interna. Tuve muchas oportunidades con esas mujeres pero solo me atraían sexualmente, nunca tuve una conexión mental el de poder hablar de lo que quisieramos porque... Aclaró la garganta. -Sonaré mal pero... eran muy huecas. -En eso estoy de acuerdo-reí señalándolo. -Siempre estuve buscando a ese alguien con el cual pueda compartir todo, no solo la pasión carnal-contó mientras giraba la lata de cerveza que sostenía. -¿Y la has encontrado alguna vez?-pregunté curiosa. -Después de tanto tiempo si, lo hice-respondió volviendo la mirada hacia mi. ¿Así que la encontró? ¿Quién será? -¿Quién? ¿La que te apodo osito?-pregunté burlona. -No, para nada-se ahogó entre risas. El tiempo pasaba rápido y en cuanto vi el reloj de pared marcaba las cuatro de la mañana, ya debía volver a mi casa. -Bueno, fue un gusto pasar la noche contigo-dije levantándome del sofá-pero debo irme a descansar, ya es tarde. -Te acompaño hasta tu casa-dijo levantándose. -Iré sola, no te preocupes. -Quieres volver sola a tu casa en plena noche ¿Y me dices no te preocupes? -De acuerdo, tu ganas-reí avanzando hasta la puerta. Abandonamos la agencia, el viento que se había levantado era agradable eso hacia despertarme un poco del sueño que cargaba. -¿Y bien? ¿Te gusto pasar la noche conmigo? -Estuvo bien-respondí viéndolo. -¿Del 1 al 10? -¿Bromeas? Que te aparezcan con una pizza y lata de cervezas en un cómodo sofá, eso se merece un 11. Rió apenas. -Bien jugado osito. -Ya basta-retó mientras me chocaba con su brazo, no pude evitar reír. Al llegar a la puerta de mi casa voltee a verlo. -Gracias por acompañarme aunque no era necesario. -De nada-asintió apenas-y casi lo olvidas-agregó tomando el sobre de su gabardina con el cual me dio un golpecito en la cabeza. Alcé una ceja como respuesta a lo que el rió. -¿Nos vemos mañana? -Es imposible que no lo hagas, trabajo allí, soy tu maldición-bromee. -Más que maldición es un honor-dijo y de mi parte nuevamente sentí el rostro caliente, sonreí como respuesta mientras tomaba el sobre que aún no soltaba. -___-me llamó. -¿Si Dante? -Eres hermosa estes como estes. -¿Lo dices en broma? -Claro que no tonta. Su mano tomó mi mejilla, el roce de su toque me hizo temblar como gelatina, maldición. -¿Me ves que capaz de mentirte? Sonreí bajando la mirada, esto me estaba matando pero no podía. Luego de lo sucedido no me puedo permitir llegar al siguiente nivel. -Gracias-agradecí tomando su mano y la aparté lentamente de mi mejilla-nos vemos mañana-agregué despidiéndolo con una sonrisa. -Nos vemos mañana-dijo acercándose y depositó un beso en la comisura de mis labios. Me tensé hacia aquella acción, sus ojos se penetraron en los mios. Sentía su cálido respirar bañar mis labios.
No ____.
-A-Adios-tartamudee volteando, metí la llave en la cerradura la abrí torpemente y entré cerrando la puerta tras de mi sin importarme si le estampaba la cara en ella. -Mierda-susurré llevando una mano sobre el pecho, mi corazón iba a mil por hora en cualquier momento se me iba a salir. ¡¿QUÉ DEMONIOS ESTOY HACIENDO?!
