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Me fui a vivir con Dante y fue la mejor decisión que tuve, pasaron los años y aquí me encuentro en una nueva vida junto a la persona que más amo en mi vida pero había algo que tenía que decirle. -¿Cómo lo haré?-pregunté llevando una mano por los cabellos. En mi mano cargaba un test de embarazo que daba positivo. -Mierda...-maldije por lo bajo. -Llegué cariño~-cantó Dante, abandoné el baño y guarde el test dentro del bolsillo del pantalón. Al bajar a la sala principal allí estaba él con una gran sonrisa en los labios. -Hola cariño-saludé acercándome hasta él, con una mano tomó mi cintura y con la otra mi mano, depositó un dulce beso en mi cabello e inhaló profundo-cuanto cariño-bromee. -Te extrañaba-me observó-¿Tú no? -Mucho-respondí envolviendo los brazos en su cuello. -Estas muy hermosa hoy-ronroneó-hace dos días que no nos vemos ¿Me das la bienvenida como siempre?-dibujó una sonrisa pícara a la vez que alzaba las cejas. -Si-dije, su rostro se acercaba al mio y sus labios se preparaban para besarme pero lo detuve depositando el dedo índice en ellos-pero antes cierra los ojos. -¿Por qué?-alzó una ceja. -Confía en mi. -Bien-suspiró cerrando los ojos. -Sin trampas-sonreí al ver que volvía a cerrarlos bien. Inhalé profundo y saqué el test del bolsillo trasero-¿Estás listo? Asintió como respuesta. -Extiende las manos-ordené. Me soltó y extendió las manos ante mi en las cuales puse el test. -Bien, ábrelos. Al abrir los ojos observó el objeto en sus manos. -Esto es... -Un test de embarazo-respondí. -Y está en positivo. -Si-asentí viendo su rostro pensativo. -¿Es tuyo? ¿No? -Si cariño. Sus ojos se abrieron de par en par, levantó el rostro hacia mi. -¿E-Estás embarazada? Asentí a la vez que sonreía por su expresión. -¿V-Voy a ser padre? -Si. -¡Voy a ser padre!-alzó la voz a la vez que me abrazaba y levantaba. -Si, vas a ser padre-reí en cuanto comenzó a girar. -Voy a ser padre maldición-rió deteniéndose y me bajó de sus brazos-esto es... perfecto-sus ojos estaban cristalinos a producto de las lágrimas. -Cariño-nombré con ternura y acaricié su mejilla suavemente. -Te amo-me besó-te amo, te amó y muchas, muchas gracias por hacerme el hombre más feliz del mundo-agregó dandome castos besos en los labios. Se veía como el hombre más feliz del mundo. Pasaron los meses y el bebé se hacia notar, todavía no sabíamos si sería niño o niña. -Y si sale niña de seguro es hermosa como tú-comentó Dante a la vez que acariciaba mi vientre. Ambos nos encontrabamos acostados en la cama pensando que sería. -Y si es niño será hermoso como tú-dije sonriéndole, acaricié su cabello blanco a lo que él sonrió complacido. Apoyó apenas la cabeza sobre el vientre y dijo. -Ya quiero que nazcas pequeño o pequeña aquí tu madre y yo estamos ansiosos por tenerte en nuestros brazos. Su tono de voz era tan suave y tan dulce. -Y prometo ser el mejor padre del mundo para ti-alzó los ojos hacia mi y sonrió. -Se que lo serás-le devolví la sonrisa. Se acercó hasta mi rostro y depositó un beso en mi frente. -Nunca pensé que llegaría a esto-apoyó la cabeza al lado de la mía y abrazo-gracias. -Y mírate-apoyé las manos sobre sus brazos. -Soy el hombre más feliz del mundo.
Y yo la mujer y futura madre más afortunada del mundo.
