Una adolescente atípica.

Pubertad

Uff vamos a hablar un poco sobre ese periodo pequeño de la vida donde todos alcanzamos la capacidad de reproducción.

Recuerdo que cuando tenía 12, era feliz o bueno, al menos eso creía...

Estaba en el coro de la primaria y habíamos ganado las estatales, a pesar de que muchos niños me hacían bullying, no me importaba porque sentía que tenía amigos verdaderos.

Me paseaba todas las tardes en bici con 4 amigos, recorríamos toda la manzana jugando y haciendo cosas muy divertidas, en las noches encendía la PC y me ponía a bajar memes de Google y los subía a mi Facebook, platicaba con todos mis 35 amigos que tenía agregados, tenía una página sobre conciencia ambiental que tenía 15 likes y un comentario muy agradable de una profesora que me caía muy bien.

Esas son las cosas buenas que puedo recordar, porque todo lo demás está demasiado nublado, tal vez sólo me duele demasiado recordar.

Estaba todo bien, todo genial. hasta que me empezaron a atraer los niños, todo bien hasta que comencé a escuchar a Sky Ferreira, todo bien hasta que empecé a creer que las cosas "malas" podrían volverse divertidas, todo bien hasta que mis "amigos" también comenzaron a hacerme bullying...

A esa edad no entendemos nada de los que nos pasa, solo recuerdo que de la nada un día ya no quise salir más a andar en bici con mis amigos, un día me di cuenta que me pasaba todo el día en la computadora escuchando Never Shout Never  y hablando con gente extraña.

A pesar de que siempre fui muy alegre y social, empecé a hacer cosas malas, de la nada me volví una niña amargada y enojona. nada grave hasta que entre a la secundaria y noté que por alguna extraña razón se me hacía muy difícil hacer amigos, recuerdo que todos tenían a sus mejores amigos y yo solo libros por leer. recuerdo que dejaba de comer por días y algunos otros solo vomitaba.                                                                                                                                                                  Algunos días eran más pesados que otros pero lo sobrellevaba, iba muy mal en la escuela, no entendía nada porque mi cabeza siempre estaba en otro lado.                                                                 Mis autolesiones eran cada vez más graves, intentaron llevarme a algunos psicólogos para ver qué pasaba, pero recuerdo que nunca me gustó ir a esos lugares y estar con esas personas que siempre hacían preguntas muy extrañas. 

El segundo año de secundaria fue un poco diferente, principalmente  porque la escuela no era la misma.

Dejando un poco de lado los traumas que tenía, traté de sacar mejores notas.
Me pasaba los recreos leyendo, aún no descubría cómo interactuar con las personas así que ocupaba mi tiempo tratando de entender la vida a través de los libros.

me di cuenta que no solo me gustaban los niños sino también las niñas.

El tiempo siguió  pasando, me enamoré por primera vez de una niña muy bonita, creo que ella solo quería ser mi amiga, pero por alguna razón no lo pude evitar..

Me siguieron pasando  cosas malas que me ayudaron a entender el porqué soy como soy y me pasaron cosas muy bonitas que me siguen alegrando la vida con solo recordar.

Es asombroso cómo nos puede afectar la manera en la que nos crían nuestros padres, tal vez si me hubieran puesto un poquito más de atención, tal vez si me hubieran buscado mejor ayuda, tal vez si hubieran parado el bullying, tal vez no sería lo que soy ahora, tal vez no estaría escribiendo esto ni pensando lo que pienso.

Creo que los putazos que nos da la vida son por algo, son para aprender más, para hacer las cosas mejor.

Si no tratamos bien el acné:

•Nos dañamos para siempre

Si lo tratamos de la manera correcta:
•Volvemos a ser quien éramos en un principio.

Al final terminó siendo sólo una historia.

Todos nacimos con un propósito chingón, nadie vino para ser un perdedor, todos somos entes de luz y energía, tenemos la capacidad de dar y recibir amor.

lo malo siempre será pasajero y  lo bueno siempre será eterno.