He llegado a pensar que me gusta herirme a mi misma, en las noches antes de irme a dormir, no puedo evitar pensar en todas las cosas que hecho mal, siempre miro al techo por mucho tiempo, pero no solo en las noches.
No sé cuando comenzó todo esto, solo puedo recordar algunas veces en las que me quedé en shock y ni siquiera supe porqué o qué pasó.
Era clase de educación física en la secundaria y a mi no me gustaba tanto, la mayor parte de las veces no hacíamos nada, así que prefería estar en el salón, solo recuerdo verme a mi a lo lejos, estaba tirada en el piso, un poco inconsciente, miraba lentamente las texturas del techo, los relieves, las imperfecciones de aquella parte del aula y no, no estaba pensando en otra cosa más que en eso, y me duele mucho recordar todas esas veces que me fui, que no estuve ahí.
A veces también me llega a causar problemas pensar demasiado.
Mi abuela había llegado desde muy lejos a mi casa a visitar y me paso lo mismo, cuando me pasa eso, simplemente no sé cómo parar, no sé cómo volver.
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Una adolescente atípica.
Novela JuvenilMe diagnostican depresión mayor mixta con trastornos de ansiedad. Con 17 años, tratando de cambiar al mundo pero sin poder solucionar el desastre de mi vida. Si te gustan las paradojas y las anécdotas turbias continúa leyendo. Este libro es una esp...