Miedo

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Siempre quise pretender que no existía.

Siempre quise ser como los mosqueterros de los cuentos que me contaba mi papa, queria ser valiente, queria salvar al mundo. 

Nunca nadie se sentó al lado de mi y me dijo que estaba bien, que tener miedo es normal.          Tal vez si alguien me hubiera dicho que estaba bien tener miedo no hubiera faltado a concursos, hubiera alzado la mano más en clases, me hubiera atrevido, tal vez si sólo alguien en este maldito mundo se hubiera sentado a mi lado, a decirme que el miedo esta bien, tal vez y solo tal vez, sería mejor que todo este desastre.

 La ansiedad es una de las cosas más horribles que pudo llegar a mi joven vida y lo peor es que ni siquiera me di cuenta cuándo pasó.

Recuerdo un día muy turbio de mi infancia, tenia al rededor de 7 años.

Toda mi familia por alguna extraña razón decidió irse de viaje y dejarme sola y a sola me refiero con mis papás y hermanos (mis papás se pasaban todo el día trabajando y me cuidaba mi abuela y mis tías).                                                                                                                                                             Yo me sentía triste porque quería ir con ellos, a pesar de que no iban a hacer gran cosa, simplemente me aterraba quedarme con mis papás y tener que observar como mi papá golpeaba a mis hermanos de una manera violenta y traumática, y de paso a mí. siempre me dolía más oír como mis hermanos lloraban y pedían ayuda, simplemente éramos unos niños aprendiendo, nadie merece venir al mudo para ser maltratado.

Ese mismo día que la casa de mi abuela estaba completamente sola descubrí la cura a todos mis dolores.

Una caja de leche y un paquete de galletas, eran mi cena y mi alivio ala vez.

Estaba llorando mientras comía y comía más a prisa y finamente funcionaba, cuando las galletas se acababan de alguna manera el dolor también, aunque no por mucho...


"No es valiente quien no tiene miedo sino quien lo conquista".
Mandela

Conforme pasaba el tiempo y mis traumas y miedos se iban "borrando", pensaba que el miedo iba a ser una de las cosas que mejor iba a dominar.

Que mal estaba.

Gracias a ese evento desafortunado de mi infancia empecé a creer que lo mejor para vencer el miedo era desaparecerlo y comenzar a convertir toda esa agonía en apatía.

Así fue por mucho tiempo.

Hasta que, como todo en la vida.
Entre más reprimes algo, más intenso se vuelve.

Un día simplemente se junto todo, y ni siquiera recuerdo la fecha exacta porque desde ese día comenzó a volverse tan habitual...

Hay cosas que por más que intentes ocultar siempre salen a la luz.

Todos los recuerdos malos que tenia comenzaron a juntarse tanto, que cuando menos lo esperaba mi mente estaba solo llena de eso.

No me di cuenta hasta que a menudo llegaba a mi casa llorando

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No me di cuenta hasta que a menudo llegaba a mi casa llorando.                                                              Ni siquiera yo entendía porqué me dolía tanto el pecho, solo pasaba y era tan real que me penetraba el alma.                                                                                                                                               Después de sentir la misma sensación por mucho tiempo, te acostumbras a sentir miedo y a afrontarlo...      

Dar ese primer paso fue lo más difícil, salir a la calle después de pasar semanas en mi cuarto intentando quitarme la vida, fue lo más difícil.

Más difícil que afrontar todas las miradas de extraños, más difícil que mis paranoias,

Era como vivir en una película de temática gore, pero por alguna razón todo lo malo estaba dentro de mi, en mi cabeza...

Soltar es clave..

A veces no tenemos que fingir que no somos humanos.
Ser humano viene con un paquete completo de emociones y sentimientos.

Somos seres de contacto.

Vibramos.

Sentimos.

Pensamos.

El miedo es una emoción como las demás, las emociones negativas no son malas, simplemente nos ayudan a estar alerta.

Y no hay nada genial en la vida que hacer las cosas con miedo, temblando, sudando, pero haciéndolas.

Porque en ese momento cuando cumples todo lo que creías imposible, en ese momento sabes que estás vivo, que eres humano, que cometes errores, pero sobre todo, que eres capaz de arreglarlos.

Y te conviertes en una madre imparable...

Una adolescente atípica.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora