2

595 71 34
                                    

"Eternamente me vas a poseer. Hasta que mi cuerpo 

se convierta en cenizas, mi alma te será fiel."

Realmente era un caos, camareras con poca ropa yendo de un lado a otro, hombres la piropeaban y estas sonreían como idiotas o simplemente los mandaban a la mierda. Sonreí, pensando en cuantas enfermedades de transmisión sexual podrían contagiarse todos estos cerdos llamados 'casanovas'. Era un lugar en si, ordinario para un bar, luces de neón brillaban con una fucsia intensidad dentro de aquella extensa oscuridad. Una banda tocaba sobre un pequeño escenario, simulando ser cantantes famosos de la época.

Como era de esperarse, mi grupo de amigos no pudo quedarse tanto tiempo junto. Natasha era una mujer un tanto peculiar en cuanto se refería relaciones, con su dicho la que no es puta no disfruta ella era una de esas persona que podría contagiarse de algo mortal, pero poco le parecía importar. Clara era en si la "pacifista" del grupo. Mientras que Abby era la loca con novio. Y yo estaba ahí de adorno. En realidad, uno podía pasarla bien con este grupo de abortos de mono, así que no tenía de que quejarme, por lo menos tenía con quien hablar en la universidad.

Salimos del auto, cada u o en su mundo de lo que podría llegar a pasar está noche. Clara temblaba un poco, alegando que teñida demasiado frío mientras que Nat simplemente se reía al haberle dicho que se abrigada antes de salir. Abby me estaba retando al ver que me quería deshacer el pomposo peinado que me había hecho en el camino mientras que Esteban servía de médium para evitar discusiones entre nosotras.

It's not unusual sonaba con fuerza en la pista de baile mientras que la gente animadamente salía a "mover el esqueleto". Algunos con parejas, otros solos, otros que estaban acompañados por sus amigos, en mi caso, había sido arrastrada por el cuarteto de locos. Nat, Clara y vuestras servidora se encontraban bailando en un rincón mientras que Abby era la única afortunada que bailaba con su novio. Restregando su relación en frente de nuestra soltería con una sonrisa presumida en su moreno rostro.

– No se come pan frente a los pobres. – Dije con gracia al tomar el brazo de mi amiga para tironearlo hacia el centro de nuestro grupo, junto a Esteban claro. Y ahí nos encontrábamos, los cuatro con estilos completamente distintos mientras que bailábamos aquella movidas canciones de la época.

Natasha tomaba una cerveza cada vez que alguna camarera pasaba, se ponía a coquetear con ellas para ser horriblemente rechazada y volver a tomar, haciéndolo un ciclo vicioso. Suspire sabiendo perfectamente bien que luego tendría que ser yo la que escuche sus quejas por la resaca que tendría. Por su parte, Clara estaba empezando a ser acosada por tipos que no se veían muy decentes, y como toda buena amiga que parece torta, me acerque a ella para besar cerca de la comisura de sus labios, ahuyentando a los imbéciles que la molestaban, estúpidos homofóbicos.

– Gracias por eso. – Dijo un poco más aliviada hasta que vio como le apretaba uno de sus pechos.

– Son demasiado grandes ¿Segura que no quieres que te los opere? – Me saco la mano, completamente roja y molesta por mi osadía. A mi poco me podía importar, solo me reía mientras la seguía molestando con el tema de su enorme busto.

– Esta celosa porque es la más plana de nosotras. – Comento Abby divertida mientras nos tomaba las manos para ir a bailar, y como toda buena amiga que soy, que no se ofende nunca por nada, termine sacando el dedo del medio con una pequeña sonrisa mientras cerraba los ojos y ella me devolvía el mismo gesto.

Mire mi pecho, logrando ver mis pies sin el menor problema del mundo, 'decepcionándome' un poco al ver el pequeño tamaño de estos. Alce los hombros sin mucho interés mientras volví a la pista de baile siendo arrastrada por dos de mis amigas.

La sangre de los inocentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora