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Primero: Risotto Chiquito =>u<=

Segundo = Cielos, había estado tan ocupada que no había tenido ni un segundo para escribir en paz. Pero bueno, que le voy a hacer, por lo menos no desaprobé ninguna materia este trimestre.

Estoy contenta! Hoy ha sido un día genial, el cumpleaños de su amada Hoshi-Sama. Hoy hace 17 años que nací, me siento tan llena de energía que tengo muchas ganas de escribir después de tantas lecciones y exámenes. Estudiar es bueno gente, pero mucho puede llegar a agobiar, por eso tómense un tiempo para ustedes mismos y disfruten lo que les gusta.

Tuve problemas al escribir este episodio, Wattpad lo había borrado y yo me quería cortar los ovarios, pero bueno. Desfruten este bello capítulo de nuestro platillo de comida emo favorito y no los molesto más con notas. Los amo, etc. etc.

"Tu piel me está pidiendo una caricia más, tus besos me inundan de felicidad,

el cuerpo de los dos se conectan, y escriben una nueva historia,

de la cual proyecta el deseo más profundo, de crear nuestra familia,

y que pueda prosperar por el resto, de nuestros deseos más profundos."

Risotto era alguien bastante peculiar. No solo me llamaba la atención aquel extraño y peculiar color de sus ojos, era alguien particularmente callado, y cuando hablaba era completamente claro y a la vez un completo misterio. Sus respuestas eran cortas, pero aquella grave voz hacia que resonara una y otra vez en mi cabeza por un largo periodo de tiempo.

Verlo un poco relajado era un disfrute personal, casi como un logro del cual tenía que estar orgullosa. Esta no era nuestra primera cita, ni la segunda, ni la tercera, ya ni siquiera seguía la cuenta de cuantas veces habíamos salido para hacer nada importante en realidad. Pero si quisiera hacer un escaneo, más bien son pocas. Lo sé, es contradictorio con lo que dije antes, pero hay una buena explicación para esto.

Cada vez que salíamos a algún sitio el parecia tensarse, parecia siempre muy atento a sus alrededores y sus palabras eran más rudas que de costumbre. En tardes lluviosas como esta, a él le gustaba quedarse en mi departamento en la cama leyendo los documentos de su trabajo hasta terminar y finalmente tener algo de tiempo para mí. Estaba contenta solo al apoyar mi cabeza en su pecho mientras acariciaba a la pequeña Sam, que, parecia haberse enamorado por completo de mi novio.

"Novio" esa palabra me hacía soltar una risa para mí misma. No sabría si sería correcto describirle de esa manera, solo llevábamos un par de meses saliendo, pero me había enamorado por completo de la pequeña rutina que ambos habíamos acordado en un pacto silencioso durante este tiempo.

Me era raro verlo esperándome fuera del hospital, o incluso de vez en cuando de la universidad, pero lo hacía cada vez que tenía un día libre. Sus días libres, esos parecían tan escasos y difíciles de calcular que simplemente me dejaban un tanto confundida y preocupada. De vez en cuando él venia un tanto lastimado, aunque tratara de negarlo o excusarse con eso, sabía que Risotto no tenía un trabajo normal, pero como el me había dicho simplemente hice oídos sordos y no pregunte por nada de su labor y el de los muchachos.

Me levante, un gruñido escapo de sus labios sin despegar sus ojos de aquel papel que había releído fácilmente unas sietes veces en el tiempo que yo estuve terminando de dar los últimos toques a la tesis que tenía que entregar la semana que viene, mire para atrás mientras rellenaba nuevamente ambas tazas de café. Lo ignore y el volvió a gruñir, esa era una de sus señales para que me acercara a él y volviera a estar a su lado. Si bien las palabras no parecían ser lo suyo, algunos gestos eran muy característicos de su parte. Por ejemplo, 'esa' mirada, la cual hace cada vez que quiere un mimo o que lo felicite por alguna cosa. Sus ojos suelen brillar tanto cuando me mira, hace que no puedo evitar estrechar mis labios contra los suyos o acariciar su platinado cabello cuando esta recostado.

La sangre de los inocentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora