Hace mucho tiempo que perdí la inspiración, las ganas de hacer algo, o incluso salir de la cama.
Antes, afrontaba estos problemas con la literatura, mis sentimientos de tristeza, mi dolor, todo eso lo utilizaba para poder escribir. Pero ahora, no hay nada.
No siento nada de nada, solo un profundo vació que sigue y sigue creciendo con cada dia que pasa. No tengo motivo, no tengo misión, y ya ni siquiera puedo escribir.
El papel en blanco me abrumaba, pero siempre que comenzar, las palabras solo continuaban hasta terminar en el punto final del capitulo. Actualmente, ese punto final esta constante en mi día a día.
A pesar de que no estoy sintiendo nada, algunas lagrimas traicioneras resbalan silenciosa por mis mejillas mientras escribo esto. Supongo que esta bien, pues hay una parte de mi que sigue viva, y tal vez, esa parte vuelva a salir y a encontrar un propocito.
Tenia tantas cosas por hacer, tantas ideas en el tintero, pero simplemente no puedo hacer que fluya.
Gracias a todos, por haberme acompañado estos largos dos año, nunca imagine que tendría tanto apoyo, que personas desconocidas a kilómetros de distancia tuvieran mis gusto, o aun mas raro, les gustara lo que hago. Quiero agradecer a cada una de las personas que me sigue, o que simplemente leen mis historias desde el principio o hasta el día de hoy. Sin ustedes no hubiera aguantado todos los desastres de mi vida.
Gracias a cada uno de ustedes, todos sus votos, todos sus comentarios, todas las risas, todas las tragedias, gracia por haberme hecho la autora mas feliz del mundo, pero, me volvi codiciosa y egoista. Me tiemblan la manos al escribir esto, pero, por ahora o para siempre. Este es mi adios.
Ah, casi lo olvido. Mi nombres real es Constaza Victoria Baranzelli. Pero pueden decirme simplemente Coni. Un nombre hermoso para una chica desastrosa.
Los amo. A cada uno de ustedes con toda mi alma y mi ser.
Adios, los amo. Etc etc.
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La sangre de los inocentes
RandomEra una noche oscura, la música desbordaba por todo el lugar, mujeres y hombres divirtiéndose por igual. Quien diria que al aceptar un trago tu vida cambiará por completo. Tal vez fueron aquellos enigmáticos ojos carmesí o aquella aura de respeto y...