ʏᴏᴜʀs ᴛʀᴜʟʏ. ᴘᴀʀᴛ ɪɪ

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“ɪ'ʟʟ ᴛᴇʟʟ ʏᴏᴜ ᴀʟʟ ᴛʜᴇ ᴛʜɪɴɢs ʏᴏᴜ sʜᴏᴜʟᴅ ᴋɴᴏᴡ
sᴏ, ʙᴀʙʏ, ᴛᴀᴋᴇ ᴍʏ ʜᴀɴᴅ, sᴀᴠᴇ ʏᴏᴜʀ sᴏᴜʟ...”

La mirada atónita verduzca no es buena señal para la azabache pues además de eso el agarre en sus caderas se ha aflojado lo que le permite retirar su peso de encima del zagal.

—Ya es hora de que me vaya— dicho esto la Dupain toma sus zapatos y a paso firme dispuesta a cumplir su palabra de no hablarle jamás se dirige a la puerta. Sin embargo una mano ajena agarrando su muñeca la hace detenerse. En un rápido movimiento voltea y sin que el rubio le dé chance de articular palabra la atrae a sí mismo para besarla como si su vida dependiera de ello.
En cuanto sus labios se tocan los zafiros se abren como platos pero a medida que avanza el beso comienza a corresponderle.

"God is a woman yeah,
When all is said and done
You'll believe god is a woman..."

En cuanto el ojiverde nota como su azabache por fin se le une al tacto a ritmo lento empieza a profanar su lengua en la cavidad de la contraria. Sintiendo a la intrusa la fémina inclina su cabeza con el fin de profundizar el beso e inmediatamente imita la acción de la lengua dando inicio así a una guerra sin tregua por el dominio.
En un abrir y cerrar de ojos su muñeca es liberada del agarre y así ambas manos se dirigen al borde de la camiseta del joven. Con toda la intención de levantarla. Pero es detenida en cuanto el zagal las aparta rápidamente y la susodicha es tomada por las muñecas quedando inmovilizada.

Acto seguido empieza a avanzar junto con ella sin separar sus labios hasta llegar a la cama donde disolviendo el beso la empuja suavemente contra el lecho. Lecho donde por primera vez llamaron a la puerta del cielo. Donde después de cinco años ese miedo que tanto atormentaba al Agreste desapareció por completo.
Sin aplastarla el blondo se coloca a horcajadas sobre la azabache

—Adrien— susurra la chica entre jadeos. En respuesta este acaricia su mejilla y con una voz llena de ternura musita.

—No digas nada princesa— dicho esto vuelve a besarla. No en los labios, esta vez su cuello resulta ser el blanco de besos iniciando desde la base de su oreja y poco a poco va descendiendo pero a la vez asegurándose que ninguna parte del níveo cuello se quede sin ser besada.

—mph...— al escuchar a la diosa las manos del zagal se dirigen al inicio de la camiseta que porta la ojizarca. Lentamente empieza a levantarla mientras separa sus labios de los suyos a medida que la despoja de la prenda se dedica a mirar con devoción esa creación divina que tiene enfrente hasta que por fin no hay prenda alguna que cubra el torso de la venus.

Con la imagen que se le presenta el rubio inclina la cabeza hasta quedar a la altura de su seno derecho y en esta parte deposita in suave beso en la aureola para después meter el pezón a su boca y darle una fuerte succión. En respuesta la espalda de la fémina se arquea siendo este el detonante para que ambos comiencen a rozar sus intimidades por encima de la ropa en un vaivén lento. Esto con el fin de avivar la llama del deseo.

"A feeling that you can't fight
My one..."

Con cada roce la erección del Agreste se agranda contra la entrepierna de la ojiazul. Con cada roce la humedad en la entrepierna de la Venus incrementa
—A la mierda— dicho esto el blondo el blondo retira su peso de encima y de un segundo a otro se despoja de su playera, baja su pantalón y bóxer hasta la rodilla liberando así su palpitante miembro. Una vez que está prácticamente desnudo dirige sus manos al elástico de la única prenda que queda en el cuerpo de la muchacha. Su propio bóxer. De tirón lo baja y finalmente la azabache queda ante el blondo como dios la trajo al mundo.

—Eres tan hermosa— musita el blondo en un tono cargado de deseo y dicha esta oración baja aun por encima del cuerpo de la diosa hasta que su rostro queda frente a su entrepierna

Durante segundos el zagal mira con deseo aquel manjar, ansioso lame su labio inferior y sin titubear le da una fuerte lamida a esos labios íntimos. Un profundo suspiro abandona la garganta de la Dupain a la vez que sus manos van a la dorada cabellera tirando de esta haciendo que no se aleje.

—Eres mi fruto prohibido Marinette— dicho esto las masculinas manos se aferran a las caderas de la ojizarca y con esto el Agreste empieza a succionar la vagina frenéticamente.

De la succión pasa a los lengüetazos y lo que inicia con suaves roces de lado a lado rápidamente se vuelve algo más salvaje cuando el ojiverde empieza a introducir su lengua en aquellos labios íntimos. Al sentir a la intrusa arquea de nuevo su espalda, sus jadeos incrementan y tira más fuerte de las hebras doradas invitándolo a que siga con su labor.

—Dios Adrien— al escuchar el cantico una sonrisa se dibuja en el rostro del zagal pues con esta última lamida hayo el punto G de su Venus y al hallarlo siente como un líquido amenaza con salir de ahí pero una vez que lo siente rápidamente aparta la cabeza de ese sitio dejando a la ojiazul con la respiración agitada pensando que todo acabo pero de un segundo a otro siente unos labios sobre los suyos. Acción que la hace tranquilizarse pero no del todo.

—A-A-Adrien. Lo necesito— murmura la azabache entre besos
—Mi Marinette— dicho esto el rubio toma entre sus manos su erecta virilidad posicionándola en la húmeda entrepierna femenina y sin más preámbulos se introduce en ella de una sola estocada, en acto reflejo la fémina se abraza con fuerza al cuello del zagal mientras este pone ambos brazos a cada lado de la cama y es aquí cuando las embestidas se vuelven necesitadas. Pero en estas embestidas hay algo diferente. Una sensación nace en la azabache. Algo que jamás había sentido. Ni estando con Félix o con Nino y a causa de esto no sabe con exactitud qué es lo que está sintiendo.
En medio de esta danza la dupla pierde toda razón de existencia. Mientras el muchacho se clava completamente en su interior esta le besa de nuevo y aun sintiendo esa ola de emociones alcanza por fin su ansiado Nirvana acompañada por el blondo.

Con un último beso sale de ella tumbándose a su lado seguido que la abraza y esta recarga la cabeza en su pecho.

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Rato después el rubio acaricia la oscura cabellera de la Dupain

— ¿Puedo preguntar por qué yo Mari tienes a medio internado a tus pies?

—Porque fuiste el primero que no me hecho los rumores en cara y te dije que solo serías cosa de una noche pero después de esto me siento tuya. Es como si siempre hubiera sido así y con respecto a lo que me contaste quiero que sepas que conmigo todo va a estar bien— dichas sus palabras la azabache cierra sus ojos.

—Mari— es llamada por el ojiverde

—mmm.

—Siento que ya no puedo apartarte de mi lado y me vas a perdonar si crees que me apresuro

— ¿Qué quieres decir?

—Marinette Dupain-Cheng ¿quieres ser mi novia?— la pregunta toma por sorpresa a la azabache, a su mente vienen todos esos miedos, su respiración se agita. Por otro lado al no oír respuesta alguna el zagal habla otra vez.

—Princesa tú misma lo dijiste. Vamos a estar bien— la ojizarca por fin sonríe y con esa sonrisa viene su respuesta

—Si Adrien quiero ser tu novia— dada su respuesta el Agreste la besa con pasión mientras se coloca de nuevo encima de ella.

«Ahora si me siento verdaderamente tuya»

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He vuelto con esta historia y para quienes no siguen Sad, Beautiful voy a decir la razón de mi ausencia.
Cuando actualice por última vez está historia estaba literalmente a días de terminar la prepa
Pero a pesar de haberle hechado ganas no logré exentar todas mis materias y a consecuencia tuve que hacer exámenes semestrales
Pero hoy por fin he terminado y en Agosto entró a la universidad.

En fin que les pareció
Adrien y Mari ya son novios pero
¿Mantendrán su romance en secreto o lo harán público?

Nos leemos pronto en el capítulo que más he querido escribir desde que inicié con la historia
“My Chemical Romance”
💫

ɢᴏᴅ ɪs ᴀ ᴡᴏᴍᴀɴ ||ᴀᴜ ᴀᴅʀɪɴᴇᴛᴛᴇ|| +18 #ɢᴏʟᴅᴇɴᴀᴡᴀʀᴅs2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora