ɢᴏᴅ ɪs ᴀ ᴡᴏᴍᴀɴ ||ᴀᴜ ᴀᴅʀɪɴᴇᴛᴛᴇ|| +18 #ɢᴏʟᴅᴇɴᴀᴡᴀʀᴅs2019

ɪɪɪ. ᴅᴇᴠᴏᴛɪᴏɴ

"ᴀɴᴅ ɪ, ɪ ғᴇᴇʟ ɪᴛ ᴀғᴛᴇʀ ᴍɪᴅɴɪɢʜᴛ
ᴀ ғᴇᴇʟɪɴ' ᴛʜᴀᴛ ʏᴏᴜ ᴄᴀɴ'ᴛ ғɪɢʜᴛ
ᴍʏ ᴏɴᴇ..."

—Me llamo Marinette. Nací aquí en Paris pero viví los últimos diez años en Roma y como dije en la clase anterior espero llevarme bien con todos.

—Muy bien señorita Dupain. Tome asiento al lado del señor Couffaine

Ante esto el músico hace una evidente expresión de disgusto
«Con que te llamas Marinette»

Y la fémina lo ignora como a todos los demás.

A punto de acabar la clase. Por primera vez en lo que va del día las miradas dejaron en paz a la azabache

—”la abadesa acababa de hacer la siesta cuando oyó una canción de una sola voz que lleno el ámbito del convento.
Tiro del cordón que pendía al lado de su cama y una novicia apareció al instante en la penumbra del cuarto. La abadesa le preguntó quién cantaba con tanto dominio”

Antes de continuar el sonido de la chicharra se hace presente.

—Terminen el capítulo tres para mañana.

Cmmo si de ello dependiera la vida de los estudiantes abandonan rápidamente el aula. A excepción de un rubio y claro la diosa seductora. La mencionada ignora al joven y se acerca al escritorio.

—Miss Bustier.

—Mari ¿Qué se te ofrece?

—Quisiera ponerme al corriente con el curso no solo de esta clase sino de todo pero aquí con quien podría conseguir los apuntes

—Por ahora no te preocupes poco a poco te pasare lo que llevamos. Mientras ve a la biblioteca y consigue el libro. Adrien.

Con el llamado el rubio se acerca a donde la azabache y la pelirroja profesora.

—¿Qué pasa?

—Puedes llevar a Mari a la biblioteca, que consiga el libro y después le das un tour por el campus.

Un asentimiento de cabeza es su respuesta. Seguido que abandona el aula y por inercia la fémina sigue al zagal.

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—Entonces básicamente la rabia que contrae Sierva María es confundida por una posesión demoniaca y por eso es sometida a tanta tortura.

Murmura la ojizarca aun observando la dura pasta roja del libro.

—En resumen sí. La verdad me sorprende como ha cambiado la mentalidad desde la época donde se sitúa el libro hasta nuestros días digo hablamos de siglo XVIII solían ser muy devotos y aun se creía que dios era la razón de todo y la solución a todo- con esto el silencio vuelve a hacerse presente entre ambos. Pero este silencio no dura mucho cuando doblan la esquina llegando así a la última parte del recorrido.

—Y finalmente llegamos a la cafetería.

El ojiverde mira su reloj de muñeca y continúa

—Justo a tiempo para el almuerzo.

Sin esperar respuesta la ojiazul ingresa a dicho lugar contoneando sus caderas con toda la intención de provocar al blondo. Pero claro no le provoca en lo absoluto a diferencia de cinco años atrás hubiera pasado todo lo contrario. Lo único que hace es seguirla hasta el final de la fila.

Y como instantes atrás ambos siguen en silencio y de no ser por el ruido de la cafetería el rubio no podría con la incomodidad.

Tras aproximadamente dos minutos en la fila finalmente llega el turno de "La Venus".