xᴠɪ. ᴍʏ ᴄʜᴇᴍɪᴄᴀʟ ʀᴏᴍᴀɴᴄᴇ

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“ᴡᴇ ᴄᴀɴ ᴍᴀᴋᴇ ɪᴛ ʟᴀsᴛ, ᴛᴀᴋᴇ ɪᴛ sʟᴏᴡ,
ᴀɴᴅ ɪ ᴄᴀɴ ᴛᴇʟʟ ᴛʜᴀᴛ ʏᴏᴜ ᴋɴᴏᴡ ɪ ᴋɴᴏᴡ ʜᴏᴡ ɪ ᴡᴀɴᴛ ɪᴛ...”

Mientras la noche es reemplazada por los primeros rayos de la mañana la sensación de ser besada se hace presente en la azabache y a pesar de ser pocas las veces que ha probado esos labios los reconocería en cualquier parte. A ritmo lento sus zafiros se abren chocando así con las esmeraldas.

—Buenos días mi diosa seductora.

—Buen día novio.

— ¿Cómo amaneciste?

—Casi no dormí— responde la Dupain incorporándose

—Ni yo Mari hicimos el amor caso toda la noche— dicho esto el Agreste acaricia suavemente la mejilla de su ahora novia y se levanta de la cama

—No creo que hayamos hecho el amor— susurra la ojiazul para sí misma

— ¿Qué?

—Nada y por cierto Luka nunca volvió— responde la venus con la intención de desviar el tema mientras mira la cama vacía del músico.

—No te sorprendas pues rara vez duerme aquí. Y por cierto Mari no usamos protección— con las palabras del rubio una sonrisa se dibuja en el rostro de Marinette quien tranquilamente responde.

—No hay cuidado Adrien. Tomo la píldora desde que... tú sabes— con esto la expresión del mencionado se relaja seguido de que ofrece su mano a la chica quien a diferencia de los demás si acepta la mano ofrecida por el caballero, una vez que sus manos se toman de un tirón la venus se levanta del lecho y rápidamente toma la sabana para con ella cubrir su desnudez.

—Princesa ya te he visto. No tienes por qué cubrirte— musita el rubio con cierto aire de ternura a la vez que le arrebata la sabana dejándola de nuevo desnuda ante él.

—por cierto ¿Qué hora es?

—Veinte para las siete— responde el blondo mientras cierra su chamarra deportiva.

— ¡Mierda!— susurra la Dupain con preocupación mientras empieza a pasar sus manos por el cabello

— ¿Qué tienes Mari?

—No me dará tiempo de ir a mi cuarto a cambiarme y después regresar a la escuela además solo tengo mi ropa mojada de ayer para ir al dormitorio. No llevo ni un mes aquí y ya voy a faltar— mientras habla empieza a caminar desnuda de un lado a otro por la habitación pues mucho le costó llegar a ese internado como para faltar tan rápido. Sin saber que hacer sigue caminando hasta que es detenida por unas manos en sus hombros.

—Marinette eres mi novia y no voy a dejarte faltar por algo que se puede solucionar. Mira Alya se llegó a quedar aquí con Luka así que acordaron que traerían un cambio de ropa para ella lo tengo en su closet, tus zapatos ya se secaron así que no te preocupes princesa— dicho esto el Agreste acuna entre sus manos el rostro de la diosa y sin más junta sus labios con los de ella una vez más para luego dirigirse al armario del guitarrista conde no tarda mucho en encontrar el cambio de ropa compuesto por un top con transparencias de encaje negro y un pantalón palazzo color sangre.

Con la ropa entre sus manos se dirige de vuelta a su novia y sin hablar le pasa la ropa, la venus la recibe con una sonrisa y después habla de nuevo.

—En cinco minutos estaré lista— dicho esto el blondo solo observa como su azabache saca de su mochila una especia de estuche y se dirige al baño cerrando la puerta tras sí misma.

Una par de minutos después la azabache ya porta la ropa que previamente le fue entregada. Se ajusta perfectamente a su silueta, gracias al top no es necesario que lleve sostén y a falta de ropa interior no lleva nada abajo del pantalón pero no es la primera vez que lo hace y tampoco nadie tiene que enterarse, pasa la brocha por sus pestañas una última vez, guarda el rímel en su bolsa y con un suspiro la venus abandona el baño.
Una vez fuera encuentra a su novio quien termina de alistar su mochila y al oír la puerta cerrándose voltea.

ɢᴏᴅ ɪs ᴀ ᴡᴏᴍᴀɴ ||ᴀᴜ ᴀᴅʀɪɴᴇᴛᴛᴇ|| +18 #ɢᴏʟᴅᴇɴᴀᴡᴀʀᴅs2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora