ɪ. ᴛʜᴇ ʙɪʀᴛʜ ᴏғ ᴠᴇɴᴜs

1.3K 67 31
                                    


“ʏᴏᴜ, ʏᴏᴜ ʟᴏᴠᴇ ɪᴛ ʜᴏᴡ ɪ ᴍᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ
ʏᴏᴜ ʟᴏᴠᴇ ɪᴛ ʜᴏᴡ ɪ ᴛᴏᴜᴄʜ ʏᴏᴜ
ᴍʏ ᴏɴᴇ...”

La sonrisa socarrona en el rostro del guitarrista habla por sí sola mientras toma por la nuca al rubio y a la morena de mirada ámbar haciéndolos probarse una vez más.
La fémina parece disfrutarlo pero el zagal no refleja lo mismo. Por el contrario besa a la castaña con repulsión.

—Ya basta— musita el de mirada esmeralda apartando bruscamente a la morena. A su vez quita la mano del músico

—¿Ahora qué?— Cuestiona la de mirada ámbar.
No hay respuesta pero pocos segundos después el pelinegro prosigue.

—¿No te gusto? Mira a Alya— la morena es tomada de las caderas por el guitarrista y con facilidad se deja desnudar completamente  —¿enserio no te provoca?

—Sabes perfectamente que soy gay Luka. Solo te quiero a ti— responde el rubio con lo último en un susurro apenas audible.

—Para ser sincero nunca te creí del todo gay. Pues me has dicho que una vez tuviste sexo con una chica italiana como era Leela, Leila, Lila.

—Solo fue cosa de una noche.

—En ese caso demuéstramelo.

El pelinegro permanece quieto en su sitio mientras el de mirada esmeralda se acerca lentamente a él.

Cuando la distancia es nula el joven de hebras doradas lo toma por el rostro y lo atrae a si mismo besándolo con pasión. Sus lenguas juegan mutuamente en una lucha por el dominio. El contacto se prolonga en poco más hasta que el Agreste da el siguiente paso y dirige sus manos al cinturón del Couffaine desatándolo y dejando caer la prenda al suelo. El líquido pre seminal ya mancho su bóxer pero el rubio lo pasa por alto y procede a seguir con la segunda prenda inferior. La toma por el resorte y la baja de un tirón liberando la erecta virilidad del de puntas azuladas.

Una vez desnudo de la parte inferior el rubio disuelve el contacto y con un lengüetazo en el cuello ajeno susurra contra esta parte.

—Quiero que te corras en mi boca.

Con atrevimiento comienza a bajar su rostro repartiendo besos por su cuello y abdomen. Si de el fuera ya lo habría dejado como dios lo trajo al mundo.

De rodillas frente al guitarrista pasa la lengua por la longitud del glande. Otro lengüetazo y otro más. Con este último succiona ligeramente la punta.

—Métela toda Adrien.

Ya no hay límites el rubio abre su boca, el pelinegro hunde su mano en las hebras ajenas invitándolo a tastar ese trozo de carne.
Parece que todo a su alrededor dejo de existir. Solo están ellos dos a punto de entregarse con necesidad una vez más.

Pero el momento es interrumpido por un carraspeo femenino.

Ambos jóvenes voltean y lo único que ven es a la morena recogiendo su larga cabellera en la característica coleta alta que suele usar

—Los dejo chicos. No quisiera ver el espectáculo.

Dicho esto toma su bolso y se dispone a salir cuando.

—Alya ven acá— la joven es interceptada por el Couffaine y ya sabe que tiene que hacer. Sin titubear se acerca y lo besa intensamente sin profundizar

—Te veré mañana— musita la de mirada ámbar contra sus labios para después alejarse y abandonar la habitación.

Ahora si están solos. No hay quien los detenga. El juego comienza de nuevo para ambos jóvenes quienes reiteran los besos mientras se tumban en el lecho. De nuevo las sabanas volverán a ser testigos de su pasión.

ɢᴏᴅ ɪs ᴀ ᴡᴏᴍᴀɴ ||ᴀᴜ ᴀᴅʀɪɴᴇᴛᴛᴇ|| +18 #ɢᴏʟᴅᴇɴᴀᴡᴀʀᴅs2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora