Como cualquier día normal me despierto de mala gana, sin ganas de ir a clase.
¿Para que tengo que ir? Gente hipócrita y falsa que no me cae bien y profesores que parece que les escogieran porque simplemente pasaban por delante del instituto.
Me lo imagino tal que así:
- Hola buenas ¿Querría trabajar como profesor en nuestro instituto?
- Perdone, pero yo no soy profesor, ni siquiera tengo una carrera, hasta ahora simplemente he trabajado en el Burguer King
- Oh, incluso tiene experiencia laboral, contratado.
Mm ¿Como dice que se llama?En fin, a lo que iba, que no quiero ir a clase, pero es lo que tengo que hacer. Aunque aguantar todos los comentarios de cómo les ha ido el verano y lo mucho que se han echado de menos, solo de pensarlo me enerva.
Bastante indispuesta me levanto de la cama después de varios gruñidos y unos cuantos golpes al colchón.
Directamente me voy al armario, aunque normalmente desayuno primero no vaya a ser que me manche, pero no, hoy no
Cojo lo primero que pillo, camiseta blanca y vaqueros. (Me da mala espina la camiseta blanca...)Lo sé, soy muy simple, pero ¿para que me voy a pensar más el conjuntito? Ni que fuera a estar ahí Marlon Brando (su versión joven, hacerme el favor) para verme, uff si estuviera el ahí...
Nos desviamos del tema, el caso, ahora que me he cambiado voy a desayunar.
Una vez en la cocina, abro el armario de los desayunos.
Vale Alicia, algo con lo que no te puedas manchar, galletas, bien, maravillosas galletas. ¿Quien se puede manchar con unas galletas? Nadie. Y agua, nadie se puede manchar con agua.
Una vez me he tomado las galletas y el agua me levanto y voy hacia mi habitación otra vez para coger la mochila.
Como siempre, la mochila está delante del armario, el cual tiene un espejo en la puerta. Adivinar quien ve una mancha en la camiseta. Exacto yo. ¿Como? Me encantaría saberlo. Cuando la he sacado del armario estaba limpia, y he comido galletas, GALLETAS, CON AGUA. La historia de mi vida...
Sin pensarlo mucho vuelvo a abrir el armario y cojo una camiseta negra y me la cambio.
¿Cuanto apostamos a que cuando acabe el día estará manchada?
Yo mucho, sé que ganaría.Ahora sí que sí cojo la mochila y me voy hacia el instituto a empezar un nuevo y maravilloso curso con mis agradables compañeros.
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Cuándo no era nadie
Teen FictionLas personas no somos rocas sin sentimientos, incapaces de expresar lo que nos pasa. Muchos intentamos ocultarlo, pero es imposible, el tiempo lo saca todo, de una forma u otra, pero lo saca. Y es horrible afrontarlo solo. En la vida existen esas pe...