Tampoco me lo pensé mucho y me puse una camiseta de manga larga (de entretiempo) negra y unos vaqueros pitillos azul claro las converse negras, el reloj y unos anillos. Me peiné y ya.
Cuando estaba sacando las llaves de la mochila llamaron al timbre. Joder ¿ya están aquí? Que rápido pasa el tiempo cuando estás haciendo cosas.
Fui medio corriendo a la puerta, no me gusta hacer esperar a la gente. Por culpa de ir medio corriendo justo cuando tenía la mano en el pomo y estaba ya abriendo la puerta escuché que se me había caído algo, sonaba a llaves. Asi que mientras abría la puerta me giré para ver qué se había caído.
-¡Hola! Pensaba que era más...- cuando me volví a dar la vuelta veo a Marcos mirándome- pronto...
-Hola- me estresa cuando hace "frases", sí se le puede llamar frases, cortas y luego se queda callado mirándome fijamente.
-Eh... Hola...- ¿Que hace este en mi casa ahora?
-Te dejaste esto en mi casa- No me había dado cuenta de que llevaba mi carpeta en la mano hasta ahora.
-Mm, gracias. Aunque me la podrías haber dado el lunes en clase... O ayer mismamente ya que ibas a venir hasta aquí igualmente.
-He pensado en que podrías necesitarlo para hacer estudiar o algo así este finde. Y hoy me he puesto a recoger la habitación y pues me he dado cuenta de que estaba en la mesa.- el día en el que consiga ver alguna expresión en su cara será un día muy extraño.
-Pues gracias por el detalle de venir hasta aquí.- Le sonreí, me salió solo la verdad, no era una falsa sonrisa para nada. ¿Lo más extraño? Que él me sonrió también, y no, no era una sonrisa falsa, al menos yo no la notaba así.- A todo esto. ¿Cómo sabías donde vivo?- Acabo de caer en ese pequeño detalle.
-Vivimos en la misma calle desde hace años, ¿te crees que no te he visto por aquí o entrando en este portal? Lo único que he hecho es buscar tu apellido en los telefonillos para saber tu piso y tu puerta- Se encogió de hombros como la cosa más normal del mundo- Ah, y me he topado con una señora mayor en el portal y por eso he podido entrar.
-Vaya... Yo nunca te había visto por aquí- Estaba intentando recordar si alguna vez lo había visto.
-Te dije que yo sabía mirar con disimulo- Y otra vez esa sonrisa de lado... Que paciencia.
-Gracias y adiós- Se que esta conversación no iba a llegar a ningún lado asi que mejor cortar aquí.
-Adiós- Cuando se giró se encontró con Raquel y Verónica saliendo del ascensor. Estas le miraron bastante sorprendidas, como si estuvieran viendo a un perro verde con un gorro rosa, pues igual. Este ni las miró, pasó de largo.
Y pues cuando Marcos se metió en el ascensor estas dos se giraron directamente a mi.
-Mm ¿Alicia? ¿Que hacía Marcos en tu casa?- Empezaron a reírse, ¿Quien entiende a estas dos?
-Pues ha venido a traerme mi carpeta- Enseñé la carpeta y me encogí de hombros. Y acto seguido estas dos se miraron entre ellas.
Suficiente, fui a la habitación dejé la carpeta en la mesa y volví con ellas.
-Venga, andando, nos vamos- las empujé hacia fuera y cerré la puerta.
Raquel iba con una falda vaquera y con una camiseta de manga corta color teja. Y Verónica era un poco como yo, le gustaba ir cómoda, entonces iba con unos pantalones de chándal grises (pero de vestir) y una camiseta de tirantes negra.
Fuimos hacia el Taco Bell, pedimos y cuando ya estaba listo no sentamos, en serio, amo este sitio.
-Bueno, antes de nada, ¿alguna novedad?- Raquel siempre hace esta pregunta antes de hablar ella.
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Cuándo no era nadie
Teen FictionLas personas no somos rocas sin sentimientos, incapaces de expresar lo que nos pasa. Muchos intentamos ocultarlo, pero es imposible, el tiempo lo saca todo, de una forma u otra, pero lo saca. Y es horrible afrontarlo solo. En la vida existen esas pe...