18. No me odies

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Al fin viernes, odio que pasen tan lentas las semanas y que pasen tan rápido los fines de semana.

No suelo ir mal de tiempo por las mañanas pero hoy no se que ha pasado la verdad. De ahí mi ropa tan simple, que siempre voy simple pero hoy incluso se me ha olvidado ponerme el reloj, que eso para mí es un gran problema. Lo dicho, muy simple, camiseta blanca con pantalón negro.

Justo cuando llegué a clase me acordé de que había quedado con Adrián esta tarde, se me había olvidado con las prisas.

- ¿Me explicas que haces así vestida?- Verónica me miraba como si estuviera loca.

- ¿Qué pasa?- me miré la ropa por si no se, pasaba algo, es que con la cara que me estaba poniendo...

- Pues que has quedado esta tarde y tú vas como si fueras a comprar el pan- Raquel haciendo su aparición como siempre.

- Primero, no tiene nada de malo lo que llevo, segundo, si eso ya me cambiaré, y tercero, si quisiera ir así esta tarde pues puedo perfectamente, tampoco me voy a arreglar demasiado- No se si se creen que he quedado con Brad Pitt o yo que se.

-Está chica no tiene remedio- y se dieron la vuelta y se fueron, yo lógicamente medio corrí para ponerme a su lado.

- Esta tarde iremos a tu casa a ayudarte - Verónica lo dijo cómo si nada, así sin preguntar ni nada. Estaban empezando a hacer que me sintiera nerviosa y no se porque.

- Bueno, os dejo que yo me tengo que ir por allí - Raquel se fue tan rápido que no nos dio tiempo ni a responder.

Mi cabeza de la nada empezó a imaginarse posibles situaciones de esta tarde, y si todas eran malas, y solo de pensarlo hacia que me estuviera planteando el no presentarme, aunque en verdad, pobrecito. Todo por culpa de estas dos, que me estaban metiendo miedo.

- ¿Y tu por qué estás tan callada?- Verónica me estaba empezando a mirar preocupada.

- Em, no se, estaba pensando en esta tarde- Ella se medio rió un poco de mi, no le veía la gracia pero bueno.

- ¿Que podría pasar? - Si, siguió "riéndose" mientras lo decía.

- Pues muchas cosas, empezando porque puede que haya un tercer acompañante llamado Incomodidad. O que ya sabes, soy muy propensa a hacer el ridículo y pues no sé. En verdad no sé porque me preocupa tanto esto, ni si quiera somos amigos como tal- esto último me parecía totalmente real.

- Da igual si no sois del todo amigos o no, únicamente quieres causarle buena impresión, es normal. Además como él fue quien te dijo de quedar, dentro de tu cabecita sabes que a él mínimamente le hace ilusión y pues por decirlo de alguna forma no quieres "decepcionarlo"- A veces me da rabia que diga las cosas con tanta seguridad.

- Vale a ver, ibas bien hasta que has que has dicho lo último y pues has patinado. No me importa "decepcionarlo" como dices tú, me da igual- y se volvió a reir.

- Eso es lo que tú te crees, creeme desde dentro es mucho más difícil ver algunas cosas que vemos los demás desde fuera, entre esas cosas esto- Decidí quedarme callada.

Tocaba inglés, asi que me puse al lado de Lidia, al verla sentí que le pasaba algo.

Me senté a su lado y ni si quiera me miró.

- ¿Va todo bien?- extrañamente se sobresaltó, si que estaba esta sumergida en sus pensamientos.

-Eh sí sí, solo estaba pensando en unas cosas- se cuando alguien no quiere hablar de algo así que simplemente le apreté un poco el brazo y le sonreí- A ver, pero que no te preocupes de nada eh.

Cuándo no era nadie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora