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En la noche, Pietro había encendido la chimenea.

—presionaremos para que se comprometa— anunció con diversión  Madam Hydra —París en la Navidad ¿te imaginas? —

Madam se encontraba en su cama, ya puesta su camisón, mientras Pietro movía los leños de su chimenea. Volteo a ver a Madam tras su pregunta, mientras reía bajito.

La Baronesa borro la sonrisa de su rostro —no, creo que no puedes—

Pietro bajo la vista y se quedó parado, esperando a que le diera la orden de retirarse. Pero Madam no lo hizo, en su lugar se levantó de la cama y camino hacia al joven.

—mi madre también era dura conmigo. Me enseñó que la limpieza es muy importante —se sentó en una comoda silla delante del espejo y le indico a Pietro que se acercara, este lo hizo y comenzó a cepillar el largo cabello de Madam —me obligó a lavarme el rostro por lo menos veinte veces. Nunca estaba muy limpio — evadió esos recuerdos con rapidez —le estoy muy agradecida. Quería que fuera lo mejor posible. Y aquí esto: una baronesa y Veranke una reina—

Pietro solo peinaba, no quería mirar a aquella mujer, pero esta detuvo sus manos y lo hizo caminar al frente de ella. Lo hizo arrodillarse y lo miró fijamente.

—lástima que no hayas conocido a tu madre — Pietro cambio su expresión de tranquilidad por una de seriedad —debe haber algo de él en ti—

—quisiera saber como era él

Madam lo contempló —Mira... —buscando en su rostro algo que pudiera ser, hasta que llego a solo ver sus ojos, lo vio ahí vio el parecido a alguien que conocia—nunca debemos sentir pena por nosotros mismo, no importa cuan mal nos vaya, siempre nos puede ir peor—

—si señora

Lo volvió a contemplar —te pareces  tanto a tu padre— soltó sin pensar, provocando una sonrisa en los labios de Pietro —algunas veces  lo veo mirarme a través de tus ojos... —

—¿en verdad? —preguntó con emoción.

Madam reaccionó y asintió, intentando ignorar su propio comentario —si bueno... Tus facciones son tan... Toscas...—

Pietro le sonrio, haciendo que la mujer se sintiera mucho más vulnerable.

—si bueno, al ser criado por un solo padre y haber nacido de otro... —palmeo su brazo —tu destino será trabajar duro... Para encajar—

Con mucha tristeza, Pietro hizo la pregunta que siempre merodeo en su cabeza en las peores noches de sus últimos años —¿amaba a mi padre? —

Madam bajo la mirada —casi no lo conocí... —apretó sus labios y parpadeo con rapidez —ahora vete. Estoy cansada—

Pietro se levanto, aun con la tristeza estancadose en su pecho. La mujer lo vio a lejarse, mientras a su mente venía la imagen de dos jóvenes tomados de sus manos mientras ella los observaba a la distancia. Prefirio dejar esos recuerdos y acostarse a dormir.

Paso la noche. Trayendo consiguió la fría madrugada.

Wade salía a recoger leños para la caldera, mientras lo hacía, vio en el árbol un extraño objeto. Se acercó a las ramas y vio que era una especia de tela con una cola de hilo al final.

Trepó en  el árbol y bajó el extraño objeto. Aunque al contemplarlo supo exactamente lo que haría con el.

Más adentrado el día, cuando el sol iluminaba la finca. Pietro corría con la cometa del Señor Stark por el campo. No sabía cómo Wade la consiguió, pero estaba feliz de tenerla, aunque él objeto no era la única causa de su felicidad, si no que también lo era la inesperada visita de sus hermanos, Wanda dijo que Visión salió un par de días mientras Peter llegó diciendo que Logan estaba en una aburrida reunión del ejército.

CinderellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora