—Deberias dejar que mi doctor te revise —Frigga bebió un poco de su té, mirando con tranquilidad a la joven frente a ella — y pensar que salvaste a ese bebé de un caballo en el camino.
Veranke tenía el ojo y la nariz completamente morados —fue... Fue instinto maternal, su magestad— acarició su herido pero enseguida se arrepintió.
Frigga miró Madam —es una pena que ninguno de mis hijos pueda acompañarnos— la reina bebió un poco más de su té —pero Thor está tan enamorado de su esposo y Steve pasa sus días junto al Señor Stark y ni se diga de Clint, parace que a desaparecido, otra vez —
—¿otra vez? –interrogó Madam.
—si, ayer desaparecio todo el día y no regresó hasta que amaneció —
Madam ignoro las ideas que nacian en su cabeza —¡bueno! Debe ser maravilloso ser joven y fuerte—
—bueno, tal vez usted pueda ayudarme a resolver un misterio —la reina parecía emocionada e impaciente —¿Conoce usted al conde Charles? Parece que está viviendo con una prima ¡pero nadie parece saber quien es! —
Madam Hydra quedó seria, con el semblante algo desencajado —¿Charles Xavier? —preguntó con seriedad.
—¡Si! — chillo emocionada la reina —¡Maravilloso! —sonrió con energía —comenzaba a creer que era un fantasma —confesó, haciendo a todos en la mesa reír.
Madam forzó una sonrisa —no, no— asintió incomoda —me temo que a estado aquí durante años... Si, y esta en nuestra casa,por cierto— miro a Veranke —¿verdad, querida? —
La joven asintió rápidamente —si claro, nuestro primo —
Madam apretó los diente, mientras miraba con dureza a su joven hija que parecía no entender la situación —a quien llamamos: Cenicienta —
Veranke abrió sus ojos de par en par, por fin entendiendo la situación. Se levantó de golpe y camino unos metros lejos. Golpeteo con sus brazos y piernas el aire por unos segundos, lanzando gruñidos molestos e insultos en un tono muy bajo. Volvió enseguida y se sentó delante de la reina, quien la miraba asustada por su actitud.
—Santo cielo ¿estas bien, niña?
Veranke sonrió inocente —era una abeja—
Madam soltó una fuerte carcajada, mientras levantaba su taza de té y miraba de reojo a su hija. Pensando en qué haría ahora con Pietro.
Él cual porcierto, asistió a la invitación del príncipe, sabía que aún lo esperaría.
—hola —lo saludo. Clint apenas lo vio dejó su libro y camino hasta él.
—hola— saludo emocionado —¿estas bien? — pregunto, al verlo rígido y con los ojos un poco inchados, con una leve capa rojiza sobre ellos.
Pietro negó con la cabeza— me temo que no estoy muy bien hoy—
—yo siento que mi piel es lo único que me detiene para poder ir a todos lados— confesó emocionado.
Pietro tartamudeo pero aún así tomo un poco de aire, listo para hablar —hay algo que debo decirte—
—y yo a ti—mostró el libro en sus manos —he traído tu libro, lo dejaste en el carruaje ayer —
—su alteza...
—Clint —corrigió.
Pietro sentía su pecho oprimir se —no puedo quedarme, pero tenía que verte —confesó —tengo que decirte... —
Clint lo corto, mientras tomaba su mano —ven, quiero mostrarte algo—guió a Pietro por una entrada hacia un pequeño bosque —solía venir aquí con mis hermanos cuando jóvenes, era el lugar favorito de mi padre antes de la guerra— no dejó de tomar la mano del joven, mientras cruzaban pasillos de arcos de árboles, hasta un hermoso prado dentro de castillo abandonado.
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Cinderella
RomanceEdad Media. El pequeño Pietro, un niño perdido y recogido por una Baronesa, ha encontrado en los libros y en el amor de las personas que cuidan la casa, un refugio, tristemente su vida bajo el techo de esa vieja mansión no es la ideal y menos en man...