Solo Dejate Querer

Miedo

La noche estaba llena de risas, todos disfrutaban la película y la comida.

La rubia y el ojiazul, se daban besos, y cariños, mientras disfrutaban del ambiente.

Jughead se sentia aceptado, la confíanza que le genera a estar con Betty era increíble.

Betty y Jughead estaban acostados en un sillón grande, la rubia estaba entre las piernas del castaño, mientras el solo comía, ya que se robo las botanas.

Cheryl estaba sentada en otro sillón individual al igual que Kevin.

Hasta que a Betty le dio sed.

— Juggie tengo sed, voy por agua esperame aquí — Betty le informo a Jughead quien solo asintio con la cabeza.

Betty bajo las escaleras con cuidado de no hacer mucho ruido. Al llegar a la cocina se acerco donde estaban los vasos.

Hasta que una voz muy reconocida pero nada deseada se escucho por detrás de la rubia, que la hizo asustarse un poco.

— Hola preciosa, no sabía que te quedabas — Jason le dijo a sus espaldas, viendo su cuerpo.

— Ahhh Jason no molestes — bufo Betty sirviéndose el agua aún de espaldas.

— No te molesto, linda — Negó el pelirrojo acercándose cada ves mas a ella.

— Claro que sí, ahora dejame en paz y no me llames así pedazo de imbecil— advirtió Betty tomando un gran trago de agua.

Jason la tomo de la cintura, y la giro pegándole fuertemente contra la cocina.

— Aver chiquita, a mi no me vas hablar así, oíste — le susurro Jason, mirándola a los ojos — vas a ser mía, de nadie más, cueste lo que cueste — amenazó apretando la aun más, oliendo su cuello.

Betty moría de miedo, nadamas al escucharlo decir eso le ponía los pelos de punta.

Pero también le daba una repulsion horrible al como la olía y la apegaba a él.

— Yo te hablo como quiera, dejame — Reto Betty al pelirrojo dándole un golpe bajo, haciéndolo chillar — no me vuelvas a ser eso niñato de mierda, a mi no me vas andar amenazando, yo no te tengo miedo — le dijo por última vez antes de dirigirse arriba de nuevo.

Betty enfrentó a su ex-amigo, de toda la vida, ella lo enfrentó.

Enfrentó ese que siempre estuvo ahí para ella y ella para el.

Enfrentó todo su miedo.

— Preciosa deberías — susurro Jason para si mismo viendo como subía las escaleras.

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— Betty tardaste mucho — Jughead le dijo con preocupación en su rostro.

— Juggie solo fui por agua tranquilo — Betty lo calmo dejando un beso en sus labios.

— Si lo se —Jughead la acomodo en su regazo.

Betty puso su cabeza en el hombro de su novio, y miro a sus amigos completamente dormidos, que después de un tiempo le empezaron a pesar los párpados.

Quedando en un profundo sueño.

Jughead se quedo admirando a su bella novia, que subía y bajaba su pecho, con su respiración tranquila.

Como hizo para merecer esa bella mujer que solo lo llenaba de alegrías.

Ella era perfecta en todos sentidos para el, su oxígeno para vivir.