Peligro

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Cheryl había experimentado todo tipo de dolor. Pero ninguno se comparaba con perder a su hermano, su gemelo, esa persona que era parte de ella.

La persona que más la había amado por cómo ella era.

Betty estaba igual de destrozada, pero no tanto como la pelirroja que sólo se la había pasado encerrada desde la terrible noticia.

La quería apoyar pero ella solo quería estar sola, de nuevo fundida en ese vacío como cuando Jason se fue por la muerte de Polly Cooper.

Después de tanta insistencias, Betty decidió ir hablar con Jughead ya que tenía en mente su próxima investigación. Ella tenía que averiguar quien fue el asesino de su primo.

La rubia en el mal estado que estaba camino hacia la casa de su novio que se encontraba en crisis ahora mismo.

Betty llegó a la puerta dispuesta a tocarla si no que los gritos que provenían dentro de la casa la detuvo.

— ¡Jughead no te estoy preguntando! — grito FP con furia golpeando la mesa con su puño.

—¡Ya te dije que no me iré, no dejaré a Betty! — Jughead grito de igual manera — ¡De la nada se te antoja ir a Toledo y que tu hijo se joda!¡ Pero sabes que, no voy a ir!.

Jughead se dio media vuelta enojado para salir de ahí, logrando ver a su novia parada en la puerta.

Estaba despeinada, sus ojos hinchados casi perdiendo de vista el verde, la ropa que usaba no llevaba las mejores condiciones que digamos.

—Betts —susurro con dolor al mirarla tan mal.

—Jug, ¿se irán? — pregunto Betty con un nudo en la garganta —Jug....

— Mi papa de la nada dijo que quería ir a Toledo con Gladys y Jellybean — Jughead le explico un poco afligido.

Betty comenzó a sentirse un estorbo que le empedia a Jughead ir con su familia.

—Juggie lo siento no quiero ser un estorbo, si te quieres ir y —....

—Sabes que sería incapaz de dejarte Juliet — el castaño la interrumpio para abrazarla.

Betty se aferro a él como si no lo quisiera dejar ir.

—Oh Betts, vamos a que te des una ducha, estás muy mal — Jughead la despegó un poco solo para mirarla.

Betty asintió con los ojos cristalinos, para abrazarlo de nuevo.

Abrazados caminaron por las silenciosas calles de Riverdale. Ningún ruido y era medio día ya.

Desde esa noche fría, cunado encontraron el cuerpo iriente de Jason, Riverdale se volvio solitario.

Y solamente había pasado un día de aquel descubrimiento.

Al llegar a la casa del castaño la rubia se dio una caliente ducha relajante, quitando todo su estrés de encima.

Cuando salio con la camiseta de Jughead y solo bragas se dirigió con su novio quien estaba acostado esperándola.

—Juliet, ven aquí — Jughead dijo abriendo sus brazos. Betty se enterró en ellos aferrándose a él y aspirando su olor — Verás que encontrarán al mal nacido.

—Jughead — Betty se separó con lágrimas del castaño — Necesitamos investigar, en serio lo tenemos que hacer — comenzo a decirle muy apurada.

—Ey, ahora no, estas mal, tenemos que estar tranquilos — dijo tratando de volverla abrazar.

—Jug....

Solo Dejate QuererDonde viven las historias. Descúbrelo ahora