Argentina | S.M|

Capítulo 1

Bajé del avión con una sonrisa en mi rostro, ya había pasado demasiado tiempo desde que había echo aquellas promesas a mis seguidoras, nunca había podido cumplirlas, porque no podía, pero hoy, hoy estoy pisando exactamente tierra Argentina pudiendo cumplir el sueño de miles de fans, o eso era lo que pensaba. Solamente iba a dar dos conciertos en el país, el sies y siete de diciembre, el resto de los días que me quedaría aquí, sería para conocer y aventurarme en país. 

El sonido de los gritos de mis seguidoras era lo que me animó a buscarlas para darles el cariño que les estaba quitando por años. Fuí a abrazarlas, sacarme fotos con ellas y escucharlas. No pude hacer lo mismo con todas, eran demasiadas. No iba a poder quedarme mucho tiempo, solamente dos semanas y luego la siguiente parada en el tour. Con mi equipo y mi manager, encargado de mi fama, nos fuimos todos juntos hacía en hotel, donde nos encargamos de descansar del largo viaje durante algunas horas.  Luego, con gafas de sol negras nos encubrimos para salir a conocer un poco la capital del lugar, sin ser interrumpidos. Caminamos la mayoría del día, hasta que nuestra parada final del día fue el obelisco, así era llamada a esta especie de  monumento de muchos metros de altura y color blanco. No sabía que tenía de especial o cual era su historia. 

Así que me acerqué a una chica que vi, que también miraba la escultura.

—Hey, hola—Le hablé parandome frente a ella con una sonrisa tímida, la chica era hermosa. Ella me miró y apenas sonrió.

Lo único, no sabía si ella hablaba inglés.

—Hola.—Saludó incomoda, pero hablaba inglés, era un puntazo. Miró a sus costados nerviosa luego mordió su labio inferior de la misma forma, y luego me miró a los ojos—Disculpa, ¿Pero necesitas algo?

—En realidad sí—Confesé—¿Sabes algo de la historia de esta cosa?—Dije señalando al obelisco. 

Ella suspiró aliviada, cosa que me extraño demasiado. 

—Nuestro obelisco,  es un monumento que representa algunos hechos históricos en la Argentina—Dijo ella mirando a penas el monumento. 

—¿Que hechos? 

—No lo sé chico, busca en internet—Dijo con una sonrisa a penas riendo. 

—Shawn.

—¿Qué?

—Mi nombre no es chico, es Shawn, Shawn Mendes—Me presenté.

Ella sonrió.

—Melissa Rodriguez.

Me sorprendió que aquella chica no me reconociera, ni siquiera sabía quien era. 

¡Ni siquiera reaccionó cuando dije mi nombre! Me intrigaba. 

—¿No sabes quién soy?—Le pregunté intrigado, ella me miró confundida, y a la vez, algo molesta.

—No, ¿Y tú sabes quien soy?

Negué con la cabeza, ella levanto los hombros murmurando, ¿Qué mas da?. Luego, se alejó de mi, comenzando a caminar lejos, la seguí con la vista hasta que perdí su silueta cuando dobló en una manzana. Andrew, mi manager y buen amigo, se me acercó con una sonrisa picara.

—¿Quien era ella Shawn?—Preguntó con otro sentido más que amistoso. 

Reí sabiendo a lo que se refería.

—Es solo una chica que conocí.

—Solo una chica, ¿Eh?

—Callate Andrew.

Él rió para luego agruparnos a todos nuevamente para volver al hotel, tuvimos que entrar por la puerta trasera del mismo, ya que la entrada de encontraba repleta de chicas queriendo entrar, era un caos, pero me lo bancaba.
Melissa me agradaba, era, raramente, atrayente. Aunque no sabia nada de ella, quería verla nuevamente para continuar con nuestra charla.

Cuando subí a mi habitación, solo, me llevé una sorpresa grande, al ver a una chica rubia sentada en mi cama.

—¿Pero qué....?—La chica enseguida se dió la vuelta al escuchar mi voz, luego, salto encima mío abrazándome.

La abracé de vuelta sabiendo que era una fan, aunque era privacidad, no podía echarla así, sin más. La rubia estaba llorando, mojando mi camiseta con sus lágrimas, la separé lentamente de mi para verla a sus ojos, ella tenía una mirada que mostraba preocupación.

—¡Lo siento mucho Shawn! ¡No quería entrar al hotel, en serio!

—¿Qué sucede?

—Pasa que mañana tengo que irme del país y iba a perder la oportunidad de poder verte...—Explicó ella más tranquila, realmente amaba a mis fans, nunca dejo de repetir, que sin ellos no soy, ni sería nada—Y antes de que digas algo como; "Pero podríamos a vernos visto en otra situación" o "íbamos a volver a vernos", te digo yo, Shawn, de que eso no sucede realmente, nunca iba a poder volver a verte.

—No digas eso cariño... La vida siempre da muchas vueltas, y recuerda de que el planeta en donde vivimos es redondo, todo siempre vuelve—Traté de que se sintiera mejor, realmente odiaba verlas tristes.

—Gracias Shawn—Murmuró antes de volver a abrazarme—Eres el mejor ídolo que alguien puede tener, y realmente lo siento por meterme en tu habitación...

—Ya no importa cariño, ya no importa...

La rubia, se terminó yendo segundos después, dejándome algo más contento de lo que estaba, solamente porque había logrado ayudarla, y eso para mí, era algo muy importante.