Vestida de azúcar 《Rami Malek》

Capítulo VII: "Tensión"

Layna.

No pude dormir en toda la noche pensado en la sorpresa que tenía Rami para mí. En pocas semanas nos habíamos convertido en buenos amigos, ya que charlábamos todas las tardes en casa de mi amigo mientras él se desocupaba de su rutina diaria (como echarse una siesta y salir a correr), yo permanecía todo el tiempo posible en su casa excusando que teníamos proyectos de la escuela, que claro eran verdad, pero siempre sabía que iba a encontrarme con su tío.

Sebastián no tiene idea del vínculo que Rami y yo hemos creado, una amistad bastante casual, obviamente no nos veíamos fuera de su casa, era una amistad tal cual como lo mostraba nuestra diferencia de edad, siempre manteníamos nuestra distancia, aunque debía admitir que en ciertas ocasiones, siento como salen chispas a nuestro alrededor, pero temo creer que solo es una ilusión mía así que no le hago caso ni a su mirada cautivadora ni al cosquilleo en mi pecho.

Para la mañana, me levanté temprano, me asee, me coloqué un vestido de verano corto y tome una taza de café con una tostada con mermelada. Todos en casa estaban dormidos ya que era domingo, así que anduve con libertad por toda la casa. Sin embargo, llegó un momento en el que me sentí observada. Al girarme, Ashton, el novio de mi hermana, estaba parado en la puerta de la habitación sin camisa,

No se supone que él vivía aquí pero pasaba la mayoría de las noches con mi hermana, y debido a que la casa era demasiado pequeña, siempre nos cruzábamos aunque yo tratara de evitarlo. Su mirada de repente me hacía sentir incomoda porque no hablaba en absoluto cuando nos encontrábamos solos y me intrigaba qué era lo que pensaba mientras me miraba penetrantemente. No me miraba de una forma normal, y me intimidaba.

-¿Saldrás con tu amigo?-preguntó refiriéndose a Sebastián.

-Sí-respondí girándome nuevamente a comer.

-No me cae muy bien tu amigo-lo miré extrañada-Te la pasas todo el día en su casa.

-Igual que tu aquí.

-Es distinto, tu hermana es mi novia-no respondí y me dispuse a limpiar la cocina-¿Ustedes dos planean ser novios?

-Quizá-mentí, solo para que dejara de hablarme, cosa que no hizo.

-No creo que le agrade ver que otro tipo te traiga a casa en la noche.

-¿Estás espiándome?

-Tu madre me dijo que te cuidara.

-Mi madre lo conoce, y estoy más segura con el que con nadie-hubo un largo silencio.

-Aun así insisto que pasas mucho tiempo con él-escuchamos el claxon de un auto afuera, por lo que tome mis cosas tan deprisa y me marché sin decir ni despedirme en absoluto.

Desde que Crystal, mi hermana, comenzó su relación con él, ni a mi madre ni a mi nos agradó del todo. Ella ya es una profesionista graduada de odontología, pero vivía con nosotras para pagar los gastos. Era unos seis años mayor que yo y su novio unos tantos más que ella, y presumía trabajar de instructor en un gimnasio de la ciudad, el trabajo perfecto para un infiel.

Al salir de casa, sorprendentemente, Rami se bajó del auto y me abrió la puerta, antes de subir lo saludé con un beso en la mejilla y al cerrar la puerta, Ashton miraba hacia mi dirección por la ventana.

El moreno condujo casi quince minutos atravesando la solitaria ciudad por la mañana, puso algo de música tranquila y yo no dejaba de gritar lo impaciente que estaba por ver que había planeado, el solo se reía y oh mi Dios, me era un poco imposible no distraerme con aquella. Las arrugas que se le hacían a los lados de sus ojos cuando reía me hacían alucinar, me perdía por otro instante en sus labios, en su perfil, en su cabello que ya estaba un poco más largo que hace días, y su barbilla perfectamente rasurada.