Capítulo VIII: "Química inevitable"

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Rami.

Tenía la esperanza de que Layna me ayudara con mi sobrino a llevarnos mejor. Aunque yo había puesto un esfuerzo acercándome, dándole algunos obsequios y tratando de charlar un poco, el parecía ni siquiera intentarlo. Me miraba a los ojos durante segundos y prefería evitarme todo el tiempo. Al principio me pareció un comportamiento normal de adolescente, yo era un extraño en su casa, sin embargo habían pasado días, y con Layna cerca, su desprecio hacia mi parecía ser mayor con solo ver los gestos de su rostro.

Estoy consciente que estaba teniendo demasiada responsabilidad al ofrecerle mi ayuda a Layna con sus clases de teatro, y no lo hacía como una obra de caridad, sino como una oportunidad para conocerla más fuera de la casa de mi hermana, aun así nunca deje de pensar en las palabras de mi cuñado, él tenía razón en una cosa, Layna me atraía de cierta forma, pero su personalidad me ha hecho luchar contra el sentimiento pasional. No la veía como nada más que la amiga de mi sobrino. Ella es una chica respetuosa y reservada, si ella no cruzaba esa línea yo no tenía por qué hacerlo. Todo estaba bien entre nosotros, por el momento. Me reconfortaba un poco tener en cuenta que pronto regresaré a Estados unidos por cuestiones de trabajo.

Pasaron un par de días después de que llevé a Layna al teatro, y no la he visto rondar por la casa. La mañana del miércoles me junte con uno de mis mejores amigos, El cual me iba a ayudar a abrir la academia en el teatro. Nos juntamos a desayunar en una cafetería en el centro de la ciudad.

-Estoy algo anonadado, amigo, no puedes culparme-dice el rubio sobre su asiento, para luego dar un sorbo a su café negro.

-¿Por qué?-solté una risita presagiando sus próximas palabras.

-Esa chica te gusta-sonríe.

-Por supuesto que no. Ella es amiga de mi sobrino, es como mi sobrina-él suelta una carcajada.

-¿Sabes lo ridículo que suenas?-di un sorbo a mi café negando con la cabeza-De acuerdo, si no es así, digamos que si estás haciendo caridad con una pobre chica, ¿Esto te beneficiará a ti o a ella?

-A ambos.

-Ella tendrá lo que siempre ha querido, no lo niego, pero ¿y tú? ¿Tú que buscas de todo esto, Rami Malek?-lo miré un rato.

-Solo quiero ayudarla. Me recuerda al viejo yo cuando comencé como repartidor de pizzas, y después de un tiempo consideré ser vendedor de bienes raíces. No tenía que comer ni donde dormir en aquel entonces.

-¿Ella no tiene dónde dormir?

-Vamos, sabes a lo que me refiero. Si se queda en medicina por el gusto de su madre será muy infeliz, como yo lo pude haber sido-Ben me analizó un rato.

-¿Solo serán un par de semanas? Porque tengo trabajo, Malek, y tú también.

-Sí, descuida, solo dos semanas, ella tiene mucho potencial.

-¿Ya la has oído cantar o visto actuar?

-No-titubee un momento. Él se ríe.

-Y dices que no estás enamorado---negué con la cabeza repetidas veces.

****

Después de desayunar, Ben me acompañó a limpiar un poco el teatro y también lo pintamos por fuera. Me dijo que tenía que ponerle un nombre al lugar, inmediatamente pensé en el nombre de la chica a quien se lo compre pero no se lo dije a mi amigo de inmediato.

-¿Y qué hay con Lucy?-preguntó mi amigo una vez entramos y dejamos las latas de pintura en una pequeña bodega del lugar.

-Nos dimos un tiempo. Justo antes de que viniera aquí-conteste limpiando mis manos machadas de pintura con un pañuelo.

Vestida de azúcar 《Rami Malek》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora