CAPÍTULO 35

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- Hermana - Llamó a la mujer que bajaba por las escaleras a paso acelerado - Iré por él...

- No - Detuvo el paso del mayor - Tú eres quien más debería mantenerse alejado de esta situación... Yo iré por él...

- Pero _______...

- Matthew, quédate aquí... Nana no está así que cuida de GaEul - Ordenó.

- Escuché todo - La menor se quedó anonadada, no sabía que decir - Sé que si hablo con él puedo hacerlo entrar en razón...

- Lo siento, no puedo arriesgarme a que todo empeore - El mayor tenía su rostro lleno de preocupación - No te preocupes, lo rastrearé y arreglaré todo esto... Puedo resolverlo - Le dio un beso en la mejilla y salió de la casa, sacó su celular del bolsillo y localizó de inmediato la ruta que había tomado JungKook, estaba preocupada por él, no sabía si sus acciones serían coherentes, estaba cegado por el dolor, su mente no funcionaba bien, y el hecho de que estuviera sin ninguna ayuda caminando por las calles de Seúl, le subía la tensión. Pudo observarlo a lo lejos y decidió correr para alcanzarlo.

- ¡No te acerques más! - Advirtió con tono fuerte haciendo que la chica detuviera su paso, los jóvenes seguían siendo separados por algunos metros, JungKook se volteó para poder observarla - ¿Por qué me sigues?, ¿Qué quieres?.

- Por favor, deja de hablarme así, tu actitud me hiere...

- Tus acciones igual - Interrumpió el menor sin pensarlo, la chica dio un paso hacia él pero este retrocedió.

-  ¡Amor!...

- ¿Amor? - El chico bajó la cabeza con nostalgia - ¿Estás segura de que ese apodo es para mí?.

- Dejémonos de juegos ¿Sí? - Pidió _______ con una pizca de esperanza.

- Está bien... De acuerdo - La observó, ella sonrió un poco - Entonces vuelve con Matthew y terminemos este juego de una vez por todas - La sonrisa de la chica se desvaneció y fueron intercambiadas por unos ojos vidriosos que pronto le limitaron la visión del lugar.

- JungKook - Susurró, el mencionado se dio media vuelta y siguió su camino ignorando por completo a su novia, si es que aún se podrían llamar mutuamente "Novios".

- Te dije que no te acercaras, ¿Qué haces siguiéndome? - Preguntó al ver que la chica caminaba detrás de él a una distancia bastante prudente para no molestar su intimidad si lo que quería era sentirse solo.

- Mi corazón sigue siendo un completo masoquista - Dijo con la voz quebrada, algo que en silencio le dolió a JungKook, ocultó su dolor muy dentro de él y no se atrevió a voltear por simple cobardía, no le gustaba ver a su chica sufrir, eso frustraba sus sentimientos - Déjame aunque sea estar cerca de ti, no puedo dejarte solo JungKook - Los dos seguían caminando, ninguno detenía su paso y por estar en su plática de culpabilidad no se dieron cuenta de la ruta que estaban tomando. Era el destino, pronto haría presencia, se acercaba la hora del arrepentimiento, sin embargo... Ninguno de los dos sabía lo que les esperaba si seguían en esa dirección pero... Nadie podía detenerlos, los dos estaban muy ocupados reprimiendo sus sentimientos como para darse cuenta.

- Dejaré que me sigas, pero mantente tres metros lejos de mí... No entiendo cuál es tu afán por seguirme si ya acabamos este juego...

- JungKook no existe ningún juego, ¡Maldita sea! - La chica había luchado con las lágrimas varias calles pero ahora estaba esforzándose el doble para no dejarlas salir. El chico se volteó, ella detuvo su paso y retrocedió un poco para guardar los tres metros de distancia propuestos por el hombre frente a ella.

- Claro que sí, nuestra relación es un juego para ti  - Volvió a voltearse y caminó con más rapidez. Ella no pudo más y lloró en silencio sin dejar de mirar la espalda del chico al que amaba, sus pies se sentían cada vez más débiles. "El dolor sólo está en la mente" le decían sus padres, sin embargo, su mente estaba hecha un total desastre, ¿Cómo controlar el dolor sintiéndose de esa manera?. Pero ella no era la única que se sentía así de destrozada, JungKook se sentía peor, ¿Cómo tuvo el valor de herir de una manera tan profunda a la mujer que dice amar?, ¿De dónde carajos sacó el valor para no desmoronarse frente a ella?, Sacó su dolor diciéndole palabras hiriente, ¿Pero a qué costo?, ¿A qué maldito costo?, ¿No podían volver a casa, sentarse en el sofá, tomar chocolate caliente mientras los dos se cobijaban bajo una misma sábana y platicaban por horas?, ¿No podían simplemente hacer eso?, ¿Qué les costaba arreglar las cosas con calma?, la respuesta es... Eran simplemente adolescentes, normalmente están en la época más emocional de sus vidas, sus sentimientos dominan más que su razonamiento y las malas decisiones siempre están presentes... Pero... Esta fue una de las peores decisiones que pudieron haber tomado... Él por herirla y ella por seguirlo. El menor también lloraba, se regañaba a sí mismo, reprochaba su comportamiento y todo lo hacía en silencio, todo lo guardaba en lo más profundo para no mostrarse débil ante ella. Lo cierto es que era mucho más débil sentimentalmente de lo que lo era su novia, sólo que no quería admitirlo, lo que sí quería era darse la vuelta, tomarla entre sus brazos, besarla como nunca antes y pedirle perdón por dejarse llevar por la rabia sin antes razonar un poco. Debió hacerlo mientras aún podía. Los seres humanos nos caracterizamos por dejarlo todo para un "después", ¿Y si?... ¿Y si no existe un "después"?, eso es lo que aún no hemos entendido. El chico la tenía cerca, tan sólo a unos metros de él, ¿Por qué no se volteó?, ¿Por qué no la observó con más detalle para mantener su recuerdo?, ¿Por qué no la hizo reír una vez más?, ¿Por qué no secó sus lágrimas mientras le hacía sentir que todo iba a mejorar?, ¿Por qué no tomó su mano y le devolvió la vida?, ¿Por qué?... Sólo... ¿Por qué?.

AMOR VERDADERO EN UN MUNDO MECÁNICO - JUNGKOOK Y TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora