AMOR VERDADERO EN UN MUNDO MECÁNICO - JUNGKOOK Y TÚ

CAPÍTULO 31

- Amor, sabes que yo estaré a tu lado en las buenas y en las malas...

- Me estás asustando...

- No te dejaré solo - Volvió a decir la chica.

- Dime lo que sucede...

- Lo que pasa es que... - Lo miró fijamente - Lo siento...

[...]

- JungKook cálmate, por favor - Dijo la chica observando como su novio caminaba de un lugar a otro sin parar, pronto comenzaría a hacer un agujero en el suelo si no se detenía - ¡Amor! - Lo abrazó por la espalda para que se detuviera.

- ¿Por qué...? - Susurró el mayor con voz quebrada - ¿Por qué cuando las cosas van bien tienen que suceder cosas que...?...

- Guarda silencio... No te hagas más daño - Los ojos de los menores estaban llenos de lágrimas - Yo estoy aquí para apoyarte - Las lágrimas del chico comenzaron a salir frenéticamente, se había cansado de parecer fuerte.

- ¡Es mi madre! - Sollozó escondiendo su rostro en el hombro de la chica - ¿Por qué tuvo que pasarle esto?, ¿Por qué no me lo dijo antes?, hubiera estado más tiempo con ella, hubiera hecho todo por hacerla feliz en estos últimos meses, ¡¿Por qué no lo dijo?! - Alzó la voz en la última pregunta, la chica acarició suavemente su cabeza y luego pasó a reconfortarlo con palmaditas en la espalda, ella lloraba a la par de él, el dolor era mutuo.

- Kook escúchame... - La menor tomó el rostro de JungKook entre sus manos - Todo estará bien, estaremos todos juntos muy pronto... - Las palabras de la chica quedaron en el aire cuando el pasillo se llenó de enfermeros corriendo de un lado a otro.

- Mamá - Susurró JungKook - No, ¡Madre! - Gritó y trató de hacerse paso entre los enfermeros pero su novia lo detuvo.

- Sabes que no puedes entrar ahí, están salvándole la vida a tu madre... Por favor... - Él la miró, sus rostros estaban desastrosos a causa del torrente de lágrimas que los dos habían sacado - Espera un poco más - Se escucharon fuertes pasos acercándose, los chicos habían llegado, no pudieron estar antes por el simple hecho de que tenían que dejar la cabaña tal y como estaba en un principio.

- ¿Qué ha pasado? - Preguntaron un tanto agitados, los menores no habían podido explicar nada antes de ir al hospital, estaban muy preocupados y no podían quedarse mucho tiempo.

- ¡Dios! JungKook mira tu rostro - Todos lo observaron y después a la chica quien bajó la cabeza ante las penetrantes miradas de sus mayores - Tú también estás así.

- Ella es una buena persona, no quería hacerle daño a sus hijos, luchó ella sola por darles una vida cómoda - Habló la menor con un hilo de voz - ¿Por qué una persona tan buena tiene que pasar por éstas situaciones? - Sollozó un poco fuerte - Ella no merece esto.

- Maldición - Susurró el menor de los hombres - Por favor... No quiero que llores más...

- Sé que tengo que ser un pilar para ti, pero no puedo hacerme la fuerte cuando me preocupa el cómo esté ella allá adentro, lo siento, no puedo darte la suficiente fuerza para que te sientas mejor - Se abrazaron mutuamente, los dos lloraron entre sí sin importarle quién los estuviera viendo...

[...]

- Ha pasado mucho tiempo - Susurró el joven, la chica lo observó con sus ya hinchados ojos llorosos.

- Los enfermeros no paran de correr y eso me preocupa - Respondió y tomó la mano de su novio - Tenemos que ser fuertes... Por ella - Él sólo asintió sin ganas, el silencio consumió el lugar, ninguno de los amigos de los menores se atrevía a hablar, entendían que era un momento tan delicado que sólo una palabra los puede afectar de una manera más profunda. Un carraspeo falso se hizo presente - Papá... - La chica se levantó de inmediato y luego la siguieron los chicos.