CAPITULO 04

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Esta vez, cuando te acercaste a mi mesa,
pude observar tu gafete y me entere de tu nombre: Hannah.

Un nombre hermoso para una chica perfecta y hermosa.

Ahora tu sonrisa crecía más cuando entraba al local.

Ahora el café olía delicioso y ahora compartíamos más miradas que desnudaban nuestras almas...

¿De verdad me sonreías a mí o simplemente...?

HANNAH LA CHICA DEL CAFÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora