A las semanas no llego el anciano.
No estaba contigo y era curioso no verlo más.
Ahora comenzabas a rondar cerca de mi mesa, tu sonrisa comenzaba a ser para mí nuevamente.
Eras adorable. Eras un hermoso ángel que me ayudaba a ver las maravillas del mundo.
Me ayudabas a verlas con tan solo tus sonrisas y miradas.
Ahora tus sonrisas y miradas eran para mí.
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HANNAH LA CHICA DEL CAFÉ
Short Story❝... Las lágrimas son el lenguaje silencioso del dolor ❝ Voltaire En su momento te llegas a dar cuenta que todos necesitamos ser salvados, siempre estamos esperando a que llegue ese alguien para que nos ayude a levantarnos nuevamente, pero esta vez...