CAPITULO 09

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A los cuatro días llegaste, no te mirabas igual.

Dabas sonrisas pero las notaba un poco distintas a las anteriores. Tus ojos eran de un verde un poco oscuros.

Me serviste el café, té sonreí y tú solo hiciste una indiferente mueca.

Ese día entendí que todos tenemos cambios de ánimos.

Esos cambios no me gustaban, quería verte sonreír como antes...

Quería verte radiante.

El anciano te invito a un café y lo aceptaste.

Daría lo que fuera por detener el tiempo y ver esa sonrisa verdadera que le distes a él.

HANNAH LA CHICA DEL CAFÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora