CAPITULO 22

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Esa tarde la pasamos juntos.

Comenzabas a abrirte un poco más.

Hablabas más. Pero no sobre tu vida.

Tu departamento era lindo pero también llegaba a ser un poco frio y oscuro.

Bebimos café, conocí algo más de ti: fumabas.

Tenías ese mal hábito del tabaco.

Las caladas de dabas me dolían a mí.

El tabaco no dejaba nada bueno, te decía, pero tú solo sonreías y decías: ¨Solo es uno, Luke. No pasara nada¨
No fue solo uno ¿verdad, Hannah?

HANNAH LA CHICA DEL CAFÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora