Mi otra vida

Infierno

Me llamo Sakura haruno y si quieren saber sobre mi vida lo que les puedo decir es que es... -Supiro-... un infierno.... Una gran carga de mentiras y verdades que no las puedo revelar... Ahora entiendo a Sasuke-kun e Itachi.... Soy una mala persona, una chica de muy fuerte capacidad siendo entrenada secretamente por los ancianos que ven por la seguridad del pueblo... Ahora odio haber aceptado ser un juguete para ellos...

...Si...

Todo comenzó cuando era chica yo era una chica inservible que no tenía mucha capacidad de chakra pero una gran inteligencia y control de chakra... Cuando llegue a ser la estudiante de Tsunade y al ver que mis habilidades como una mejor kunoichi han estado mejorando más rápido de lo que las personas pueden en el campo de la medicina los ancianos pusieron un ojo en mí... Mi mayor error en la vida.

Una sakura de 12 años apareció en una sala secreta que probablemente ni si quiera Tsunade, la hokage, conoce. Se encontraba la chica de ojos verdes junto con personas ANBU caminando alrededor del lugar sin ningún problema, aunque a esta le daba un poco de nerviosismo encontrarse en un lugar así.

Nunca debí entrar ahí, nunca debí seguir a esos ANBU...

Caminaron hasta toparse con tres puertas grandes una blanca que le daba la sensación de tranquilidad, una marrón que le daba curiosidad y por último una negra que le daba cierto escalofrío por toda su columna vertebral de solo verla. Entraron a la puerta de color blanco, en una esquina de la gran sala sentados sobre unos mullidos sillones azules se encontraban los ancianos esperando a que la chica llegara.

Al estar frente a ellos ella se sentía incomoda, nunca había estado tan cerca del poderosos consejo de ancianos.

-Al fin llegas... -dice la anciana mirándola con sus arrugados ojos- te hemos llamado para algo muy importante.

Y sobre todo....

-Hemos visto tu historial de habilidades, tú niveles de charla son mediocres, pero a pesar de eso tu control es casi perfecto, además de que puedes aprender muy fácil, vimos tus evaluaciones y eres alguien muy inteligente, casi como los Nara y al ser una mujer tienes gran flexibilidad.

-Mmm... Gracias.. –dijo ella sin saber realmente qué decir.

-Haruno Sakura... -dice con voz autoritaria el hombre haciendo chillar por dentro a Sakura.

-Te tenemos un misión que es más bien una propuesta... -dice de la anciana ahora con el mismo tono de voz- te entrenaremos para hacerte una kunoichi digna.

...De todas las cosas...

Sakura ahora sus ojos se abrieron como platos, nunca en su vida esperaba ser entrenada por los ancianos de la aldea, era una oferta única en la vida. Sasuke-kun y los demás no tenían muchas esperanzas en ella, siempre la han visto como una inútil. Ahora tiene La oportunidad de hacerles ver que están equivocados...

-Si!, s-si me gustaría –dice ella con una sonrisa grande.

Que ingenua había sido. Solo era una niña de doce años creyendo que el mundo era color rosa.

-No será nada fácil, entrenaras dentro de las tres puertas pero antes que nada haremos que tu chakra sea más grande, en la puerta negra y ahora.

-¡Eh!, si –dice ella resignada.

En aquella puerta pasaron muchas cosas horribles, en algunos momentos incluso pensé que iba a morir. Pero gracias a ello tenía unas grandes cantidades de chakra , no tanto como Naruto, al menos arriba del promedio, sin embargo, para que no sospecharan de porque de pronto tengo tanto chakra me aprendí un jutsu sello que se incrusta en el chakra para que se mantenga en el nivel que he tenido siempre, solo lo libero cuando son misiones en solitario o cuando es en el hospital. Ahora que he crecido me encierro detrás de las puertas blancas a relajar mi mente, ahora todo se me viene en sima, después de todo soy la persona más odiada de toda la aldea. Pero... creo que me lo merezco, golpe, insulté y casi mato al hombre más querido de toda la aldea, el salvador...

...Y más que nada a la persona a quien amo y nunca fui capaz de abrir los ojos hasta que fue demasiado tarde...

Naruto uzumaki..

... Si me dijeran que puedo tener un deseo, yo lo que pediría sería nunca haber hecho lo que le hice...